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Acuerdo marco europeo sobre el acoso y la violencia en el lugar de trabajo

Las organizaciones sindicales europeas dependientes de la CES, y las patronales, encabezadas por Unice, han alcanzado un acuerdo marco sobre el acoso y violencia en el lugar de trabajo, que en el estado español se acompañará con un anexo cuando se firme en madrid el Acuerdo de Negociación Colectiva, entre CCOO, UGT y la Patronal CEOE para el próximo 2008.

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Juanjo BASTERRA

En principio, el acuerdo descansa sobre la necesidad de que se produzca «un respeto mutuo por la dignidad de los demás a todos los niveles dentro del lugar del trabajo». Según reconocen las organizaciones sindicales y patronales europeas, «el acoso y la violencia son inaceptables». Fuentes sindicales de CCOO reconocieron que este texto se incorporará este año al acuerdo sobre negociación colectiva que firmarán con la patronal. El Acuerdo Marco indica que «la Unión Europea y las leyes definen el deber de los empleadores de proteger a los trabajadores bajo esas circuns- tancias». Sin embargo, en este punto los empresarios incumplen la legislación y en muchas de las ocasiones son protagonistas de ese acoso.

Dos son los objetivos que se fijan en el acuerdo entre las partes. Por un lado, «aumentar el conocimiento y la comprensión de empleadores, trabajadores y de sus representantes sobre acoso y violencia en el puesto de trabajo» y, en segundo lugar, «proporcionar a los empleadores, trabajadores y sus representantes a todos los niveles un marco de acción para identificar, prevenir y manejar esos problemas».

Empresarios y representantes sindicales explican que «el acoso y la violencia se deben al comportamiento inaceptable de uno o más individuos». Admiten que «el ambiente de trabajo puede influir en la exposición de la gente al acoso y a la violencia» y aseguran que «ocurre cuando de uno o más trabajadores o jefes, repetida y deliberadamente se abusa, se les amenaza y se les humilla en circunstancias relacionadas con el trabajo».

Aunque en ese texto existe un gran interés en situar a jefes y trabajadores a un mismo nivel, lo que está claro a través de los casos que se han destapado en los últimos años, es que el acoso laboral se produce en su gran mayoría por parte de los jefes. La intención fundamental que está detrás de cada caso es presionar hasta que se abandone el puesto de trabajo.

La Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo reconoce que la depresión laboral está aumentando en la Unión Europea. Entre las causas, el acoso y la violencia que sufren los trabajadores son dos de las más importantes, aunque no evidentemente las únicas.

Entre los riesgos que destaca la Agencia Europea, que tiene su sede en Bilbo, «están los factores sicosociales, que pueden conducir a problemas de salud laboral como la depresión, el estrés, la ansiedad, la irritabilidad, los problemas de sueño o el burn-out, denominado popularmente síndrome del quemado, entre otras causas», y al que están expuestos los 190 millones de trabajadores de los veintisiete países europeos.

A juicio de los expertos de ese organismo, «la naturaleza de los riesgos laborales cambia al ritmo del incremento de las innovaciones, del desarrollo de nuevos factores de riesgo, como la violencia en el trabajo, incluido el acoso moral y sexual, y de la transformación del trabajo».

En el fondo de estos problemas se encuentran varios factores que contribuyen a acentuar ese tipo de enfermedades. Son comunes a otros problemas relacionados con la salud y la seguridad en el trabajo. La Agencia Europea afirma, sin duda alguna, que «la precariedad en el empleo, la inseguridad, los horarios irregulares y flexibles, la intensificación del ritmo de trabajo, la creciente complejidad de las tareas, el envejecimiento de la población activa y el trato con las personas, especialmente en el sector Servicios» son elementos que influyen de manera negativa, por lo que activan las enfermedades sicosociales de los trabajadores. En muchos casos, se reconoce que los empresarios amenazan o marginan a los trabajadores para provocar que abandonen la empresa porque «le son incómodos o porque quiere reducir la plantilla en determinados departamentos».

Lo que sí explica la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo es que a estas enfermedades profesionales sicosociales «se les debe dar la importancia necesaria, porque tienen efectos a largo plazo» y, en este caso, reconoce que «a veces se infravaloran frente a la mayor visibilidad inmediata que tienen los accidentes de trabajo».

Esta agencia señala que los trabajadores de la Administración pública «poseen altos niveles de exposición a estos riesgos». También reconoce que las mujeres son un grupo de riesgo que «aumenta cada vez más. Tienden a tener mayores problemas de estrés que los hombres. El acoso sexual, por ejemplo, la discriminación, los trabajos mal considerados y con gran exigencia emocional derivan en esos problemas, a la vez que se produce un acoso moral más elevado».

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