Bucarest denuncia las «reacciones xenófobas» en Italia
GARA |
El primer ministro de Rumanía, Calin Tariceanu, se declaró ayer «inquieto» por las «reacciones xenófobas» y la expulsión de ciudadanos rumanos por parte de las autoridades italianas. El man- datario anunció que próximamente viajará a Roma para discutir el asunto con su homólogo, Ro- mano Prodi.
Esta visita se producirá cuando Bucarest cuestiona la legalidad de las medidas de repatriación de rumanos, que se han multiplicado en los últimos días.
Tariceanu declaró que se proponía «informar» a Prodi de lo «deteriorada que se encuentra la situación y que la ola de xenofobia debe detenerse». El primer ministro añadió que «no toleramos la delincuencia pero debemos, al mismo tiempo proteger a nuestros ciudadanos». Asimismo, crecen los mensajes de rumanos que afirman sentirse «amenazados» en Italia.
La muerte de una mujer el martes pasado -la Policía sospecha de un joven rumano-, suscitó una oleada de indignación contra los rumanos -tres de ellos fueron apaleados el jueves en la periferia de Roma-, y la adopción de un decreto que facilitaba la expulsión de extranjeros miembros de la Unión Europea por motivos de «seguridad pública». Rumania es miembro de la Unión desde el 1 de enero.
Primeras expulsiones
El pasado viernes se decidieron los primeros cuatro procedimientos de expulsión, el sábado fueron 38, y no había cifras disponibles de ayer.
Tariceanu indicó ayer que también desea ser informado sobre los criterios utilizados por las autoridades italianas para justificar las expulsiones.
En una entrevista con el diario romano «Il Messaggero», el Comisario europeo de Inmigración, el antiguo ministro de Silvio Berlusconi, Franco Frattini, cifró «entre 4.000 y 5.000» el número de expulsiones, añadiendo que esperaba que para 2008 estuvieran disponibles los fondos correspondientes para ello.