El Eibar parece desinflarse tras su excepcional arranque de Liga. Por primera vez esta temporada, el equipo azulgrana enlaza tres jornadas consecutivas sin conocer la victoria. Tres partidos en los que, además, ha perdido la seguridad defensiva que le venía caracterizando.

El bajón de rendimiento se puede deber, en buena medida, a los problemas físicos que viene sufriendo, casi en forma de avalancha, la plantilla armera en las últimas semanas. No en vano, Javier Mandiola ha tenido que recurrir incluso al filial para completar sus convocatorias de forma casi sistemática.

Diez jugadores, casi la mitad de la plantilla, se han perdido, como mínimo, uno de los tres últimos partidos por problemas físicos. Incluyendo hombres tan importantes dentro de los esquemas de Manix como Cuéllar, Zurutuza o, sobre todo, Txiki Lombraña. A ellos se han unido -además de Etxabe, de baja desde el verano- Manel, Martino, Xabi Eizagirre, Txiki, Gurrutxaga o Biel Medina.

Sin olvidar que otros jugadores -por ejemplo Txiki Lombraña o Joseba del Olmo en Mendizorrotza- se han vestido de corto sin estar al cien por cien.

Lo peor es que el sábado la situación, en lugar de mejorar, empeoró. El azulgrana más en forma en las últimas semanas tuvo que retirarse lesionado. El propio Jon Altuna pidió el cambio tras sentir, en un salto, un pinchazo en el adductor. Habrá que esperar a la vuelta a los entrenamientos -hoy a las 10.30 horas- para determinar el alcance de su lesión