Por la senda de la irregularidad
Natxo MATXIN
Habrá que irse acostumbrando, pero el Osasuna de esta temporada tiene toda la pinta de obsequiarnos, cuando menos lo esperemos, con brillantes partidos y entrelazar estos últimos con otros en los que la escuadra rojilla aparezca como desfigurada.
Es lo normal si tenemos en cuenta que se trata de un equipo por armar, con muchas caras nuevas pese a su innegable calidad. No debe extrañar, pues, lo que ha acontecido a lo largo de esta pasada semana, en la que el término «irregularidad» define perfectamente el papel protagonizado por los de Ziganda.
Cuatro de nueve puntos no es un bagaje precisamente brillante, sobre todo si hay de por medio dos citas caseras, pero ni tras jugar contra el Betis había que echar las campanas al vuelo ni ahora rasgarse las vestiduras. Al fin y al cabo, estamos acostumbrados a sufrir.