La Fundación Sancho el Sabio hizo ayer entrega de los premios del Certamen de Investigación sobre temas vascos. En esta décima edición los ganadores han sido los estudiantes universitarios Aiskoa Pérez Alonso y David Beorlegui Zarranz por sus trabajos sobre el pórtico de la Basílica de Armentia, y los movimientos sociales en Euskal Herria, respectivamente.

«La impresión que recibí al leer los trabajos fue la de aire fresco y novedoso, cosa que me satisfizo enormemente». Estas fueron las palabras con las que el miembro del jurado Gorka Aulestia describió los trabajos galardonados en esta décima edición.

Aiskoa Pérez Alonso ha llevado a cabo una investigación sobre las esculturas del pórtico románico alavés de la Basílica de Armentia bajo la tutela de la catedrática Soledad Silva, a quien quiso agradecer su ayuda. La investigación lleva por título «Una nueva interpretación de la escultura del pórtico de Armentia».

Según subrayó Aiskoa, «desde siempre he conocido el lugar y se han escrito muchas cosas sobre ese pórtico. Yo vi la necesidad de unificar toda esa información».

Recientemente se han realizado en ese templo diversas excavaciones en las que se han encontrado enterramientos. Por eso Aiskoa Pérez ha teorizado sobre algo que hasta el momento nadie había hecho. «He relacionado el pórtico con la función funeraria -resaltó-. Todo empezó con un trabajo de clase y me parecía imposible buscar más cosas nuevas pero al final una cosa llevó a la otra. Me lo he pasado muy bien», señaló.

Aires nuevos

Por su parte David Beorlegui ha abordado el tema «Los nuevos movimientos sociales de Euskal Herria: los movimientos ecologistas, pacifistas y antimilitaristas desde la transición hasta el cambio de siglo». «Un proceso tan cerco que todavía no cuenta con enfoque histórico pero me parecía muy interesante», dijo.

Este certamen suma ya diez años. Persigue como objetivo el fomento entre los jóvenes universitarios de la investigación sobre temas vascos, y la utilización de los fondos de la Fundación Sancho el Sabio. A día de hoy, la biblioteca de esta entidad es uno de los centros de documentación más importantes del mundo, ya que desde 1964 conserva la memoria bibliográfica de la cultura vasca a través de un rico fondo documental compuesto por monografías, manuscritos, mapas, documentación familiar o fotografías.