GARA > Idatzia > Musika

Country y folk desde las calles de Chicago

Rock íntimo con Wilco

Wilco, nada que ver con el frenético guitarra de Dr. Feelgood, es una de las formaciones norteamericanas que mejor resuelve la unión del folk, el rock, el country y la canción íntima. Pueden sonar eléctricos y acústicos, tan inocentes como una banda pop, pero siempre aportarán el plus de los privilegiados, el carácter de los músicos de mirada despierta.

p054_f01_250x150.jpg

Pablo CABEZA | BiLBO

Cabe imaginar que el repertorio que ofrezca Wilco en esta nueva gira rondará alrededor de «Sky blue sky», aunque al contener doce canciones de expresividad íntima y calmada (pop), es posible que lo mezclen con la electricidad de «A ghost is born» -su anterior disco-, versiones o cualquier derrame artístico que se les ocurra. Wilco es para gente sensible, capaz de emocionarse con el detalle, con una canción que aparentemente no cuenta demasiado, pero que está repleta de intención, de musicalidad, como «Either way», que abre su nuevo álbum y que, partiendo de Dylan, recorre el doble fondo del folk y el country.

Delicados

En «You are my face», de su nuevo álbum, Wilco suenan como podrían hacerlo Simon & Garfunkel si a sus armonías vocales les hubiesen querido/podido dar un entorno musical arriesgado, contemporáneo. Por contra, en «Impossibly Germani» Wilco prefieren que la responsabilidad recaiga sobre dos guitarras que dialogan continuamente desde cada lado del estéreo; juegan con contrapuntos, pero también se buscan hasta caer en trapecios paralelos sin red, con un cierto grado de acidez californiana. Cinco minutos de viaje sin chófer. «Sky blue sky» pervierte el soft-rock hasta convertirlo en fino estándar y «Side with the seeds» se va al desierto para poder colocarse sin problemas con la autoridad. «Please be patient with me» ahonda aún más en la noche y «Hate it here» la prolonga entre piano, voz soul y mucho beat sicodélico. «On and on and on» cierra proyecto con un piano básico más expresivo que técnico, algún tramo de música reiterativa y una melodía de lana.

En sentido estricto, concluye el disco menos folk y country de Wilco, en beneficio del rock con toques californianos y soft-rock adulto estilizado con gusto y elegancia.

La historia de Wilco la escribe básicamente Jeff Tweedy, compositor de enorme visión y vocalista; en este aspecto, más justito. Junto a Jay Farrar formó, pasada la mitad de los 80, Uncle Tupelo, alternativos con toque country. En 1994, Jeff y Jay (amigos desde los tiempos de la universidad) comenzaron a tener roces personales. Demasiado carácter, ambición y talento reunido en un único punto, por lo que el grupo terminó disolviéndose. Con Tweedy se quedaron Coomer, Johnston y Stirratt, quienes formaron Wilco. Por su parte, a Farrar le siguió Heidorn y crearon Son Volt.

Wilco mantiene una carrera bastante regular, mientras que Son Volt, de sonido también muy delicado -entre el country, el folk y el rock de raíz-, se lo toman más relajado. Además, Jay Farrar también atiende a su carrera en solitario, en la que ha dejado caer tres espléndidos discos.

En 1995, Nora, hija de Woody Guthrie, entró en contacto con el músico socialista Billy Bragg para que musicalizara unas cuántas letras de Guthrie. Bragg contactó con Wilco. Entre los dos grabaron «Mermaid avenue « y «Mermaid avenue vol. II», dos soberbios álbumes, entre una discografía impecable.

Ahora sólo resta disfrutar de la acústica del auditorio del Palacio Euskalduna de Bilbo.

Ficha

Fecha: Domingo 11 de noviembre.

Lugar: Auditorio Palacio Euskalduna (Bilbo).

Hora: 21.00 h.

Precio: 33/40 euros.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo