Bilbao Ría 2000 espera conocer para hoy la causa que originó el desprendimiento de una roca de grandes dimensiones de la bóveda de la estación subterránea que construye en Miribilla. Técnicos analizaron a lo largo de la jornada el lugar en el que se registró desplome, que provocó el desplazamiento de una de las mamparas que separa el área de obras de la vía por donde circulan a diario decenas de unidades de cercanías de Renfe. Este muro de contención fue el que impactó contra el convoy de Renfe, que permaneció atascado en el túnel cerca de ocho horas.

La previsión de la entidad interinstitucional es que no tengan un informe provisional hasta hoy, donde se expondrán los motivos de la caída de la roca de 20 toneladas. A partir de ahí, se tomarán las medidas para evitar que se vuelvan a producir siniestros como el que ocurrió el martes con una unidad que cubría el trayecto Urduña-Bilbo.

No obstante, lo que sí confirmó ayer Bilbao Ría 2000 es que la caída de la roca se produjo «en la zona interior de la obra», en un lugar en el que los trabajos estaban concluidos «desde julio de 2007». Según explicó en un comunicado, se trató de «un hecho fortuito» que provocará que la zona del siniestro permanezca paralizada hasta que los técnicos de Bilbao Ría 2000, de Renfe y de la UTE encargada de los trabajos den a conocer las conclusiones de las inspecciones realizadas ayer. «El resto de la obra prosigue con normalidad», agregó.

Bilbao Ría 2000 llegó a calificar de «modélico» el desalojo del convoy que se vio afectado por el desprendimiento, negando que se hubiesen producido episodios de pánico.