820.000 trabajadores de empresas vascas temen por su salud
El 71% de los trabajadores está expuesto a riesgos de accidente en su trabajo
820.000 trabajadores de empresas ubicadas en Hego Euskal Herria temen por su salud y 128.396 trabajadores han sufrido alguna baja laboral por accidente en los dos últimos años. La falta de salud en las empresas se agrava.
Juanjo BASTERRA | BILBO
Doce años después de la entrada en vigor de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales (LPRL), que es una transposición de la legislación de la Unión Europea que se aplica desde 1989, todavía casi tres de cada cuatro trabajadores -un 71% en concreto, lo que supone 860.000 trabajadores en Hego Euskal Herria- afirman «estar expuestos a riesgos de accidente en su trabajo» y, por otro lado, sólo uno de cada cuatro -el 25,5%, es decir 308.877 trabajadores de empresas vascas- reconoce que durante el último año de actividad laboral «se les ha realizado una evaluación o un estudio del riesgo en el puesto que ocupa dentro de la empresa».
En el ránking de los trabajadores más expuestos a un accidente de trabajo son los «camioneros, repartidores, taxistas y otros conductores» los que más riesgos acumulan (97,4%), seguidos de los trabajadores de la Construcción y Minería, ya que el 93,6% de los ocupados afirma trabajar con riesgos elevados de sufrir un accidente en la jornada de trabajo. En tercer lugar, se encuentran «los mecánicos, reparadores y soldadores», que perciben esa situación negativa en un 92,3%. Estos son algunos de los datos que aparecen en la «Sexta Encuesta sobre Condiciones de Trabajo», que fue realiza por Sigma Dos para el Ministerio español de Trabajo y Asuntos Sociales entre diciembre de 2006 y abril de 2007.
Casi la mitad de los trabajadores (47,6%) denuncia en la encuesta que no han recibido «ni formación ni información sobre los riesgos para la salud y la seguridad del trabajo que está realizando». Los más expuestos a los riesgos de accidente son los trabajadores de empresas entre 250 y 499 efectivos en plantilla y los autónomos sin empleados, que representan el 73,4% y el 72,4%, respectivamente, y la frecuencia de exposición al riesgo es mayor en los hombres (78,6%) que en las mujeres (60%). Los trabajadores temporales son también los más afectados. En la muestra aparece muy remarcado que los empresarios revisaron las condiciones de trabajo de un 33,8% de los puestos de trabajo indefinidos, mientras que sólo lo hicieron en un 18,2% de los que están ocupados por trabajadores precarios.
Seis principales riesgos
Esta radiografía de la prevención de riesgos laborales ratifica que no se ha mejorado desde la anterior encuesta en 2005 y, sobre todo, que la legislación se sigue incumpliendo con absoluta impunidad por parte de los empresarios ante la falta de una actuación decidida desde la Administración pública, que es, en definitiva, la que tiene que obligar a cumplir la normativa en vigor para prevenir la seguridad y la salud de los trabajadores, ya que ese es el objeto fundamental de la legislación europea.
Los seis riesgos señalados con mayor frecuencia por los trabajadores son «los cortes y pinchazos (29%), los golpes (26,6%), las caídas de personas al mismo nivel (19,3%), las caídas de personas desde altura (15,8%), las caídas de objetos, materiales o herramientas (13,3%) y los accidentes de tráfico (12%). Entre las causas de esos accidentes, los trabajadores citan «las distracciones, descuidos, despistes, falta de atención» en un 19,3% de los casos con baja laboral, pero si se cruza este elemento con los elevados ritmos de trabajo que se producen en el 9,7% de los accidentes se llega a la conclusión de que «las prisas son malas consejeras para la seguridad y la salud en el trabajo».
Las posturas forzadas y los sobreesfuerzos representan el 15,4% de las causas de los accidentes y el 8,4%, por el tráfico.
Más bajas en el Metal
Otro dato que destaca de manera significativa es que el 10,6% de los trabajadores, es decir 128.396 trabajadores de empresas vascas, según los datos del Ministerio español de Trabajo, sufrió en los dos últimos años un accidente de trabajo que requirió asistencia médica, tratamiento o primeros auxilios.
En este caso, los del Metal fueron los más afectados, ya que 16 de cada 100 han causado algún tipo de baja desde 2005. En este sentido, la encuesta desvela que un 22,5% de los trabajadores considera que «el trabajo está afectando a su salud», aunque los del sector del Transporte y Comunicaciones elevan esa influencia negativa hasta el 30%.
La gravedad del problema afecta también a las actividades preventivas, como indica la encuesta. Todavía hay un 45% de centros de trabajo que no cuentan con un delegado de prevención, lo que determina la falta de implicación de los empresarios en un tema de vital importancia para actuar donde haya un problema para la seguridad y la salud de los trabajadores. Los servicios de prevención son ajenos a las empresas en su mayor parte y el 29,7% de los trabajadores «no sabe de quién depende». Esta situación irregular deriva en que tres de cada cuatro trabajadores reconocen que las empresas no han realizado una evaluación o un estudio de los riesgos para la salud o seguridad en el puesto de trabajo.
Este hecho tiene una gravedad extrema, puesto que si no se conocen los riesgos, tampoco se pueden poner las soluciones preventivas. En la encuesta se refleja que en el sector de la Industria se han evaluado el 34,5% de los riesgos de los puestos de trabajo, pero en el sector Químico, que es uno de los más peligrosos para los trabajadores, sólo se evaluaron la mitad de los puestos de trabajo.
Sin medidas preventivas
Un 31,7% de los trabajadores afirmó que, tras la detección de los riesgos para la seguridad y la salud, no se adoptaron medidas correctoras para evitar el daño para la salud, mientras que un 51,6% dice que sí, pero otro 15% desconoce si los empresarios actuaron en beneficio de la salud de los trabajadores.
Otro elemento esencial, por último, en la encuesta es conocer el tiempo de trabajo. En este caso, señala que la jornada media semanal es de 39,9 horas, pero «se supera por el sector Agrario, que las eleva a 44,6 horas semanales; en la Construcción, 42,5 horas y en la Industria, 41,2 horas». La jornada prolongada eleva el riesgo.
Casi la mitad de los trabajadores (47,6%) denuncia que «no han recibido ni formación ni información» sobre los riesgos para la salud que entraña el puesto de trabajo donde permanecen, al menos, ocho horas diarias.
Ibon Zubiela, secretario de Salud Laboral de LAB, señaló a GARA en una primera valoración de la encuesta que «nos encontramos en una peor situación que en la anterior toma de datos», lo que, a juicio de Zubiela, muestra que «en general, como venimos denunciando y repitiendo, las cosas siguen igual, pese a quien pese se mantienen las malas condiciones de trabajo. Esa situación grave la sufrimos los trabajadores, no los empresarios ni la Administración. Es así, por desgracia». El responsable de LAB reconoce que «la prevención es un fracaso, porque faltan recursos preventivos en la mitad de las empresas y una parte de las mismas los externalizan, por lo que no se integran en la empresa». Ibon Zubiela resalta que la encuesta refuerza el discurso sindical «porque las condiciones de trabajo no mejoran. Estamos peor y la precariedad es un elemento que deteriora esa situación. Nos matan poco a poco. No hay prevención de riesgos, ni se actúa en la vigilancia de la salud de forma correcta, a pesar del elevado dinero que se destina a este capítulo».
La amplia encuesta desarrolla uno de los temas elegidos por la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo para la campaña de concienciación y sensibilización para este año en la UE: los trastornos musculoesqueléticos. Según la encuesta del Ministerio español de Trabajo y Asuntos Sociales, tres de cada cuatro trabajadores (74,2%) señala «sentir alguna molestia, que la achaca a posturas y esfuerzos derivados del trabajo que realiza». Entre las más frecuentes, figuran las localizadas en la zona baja de la espalda (40,1%) y la zona alta de la espalda (26,6%). Los trabajadores del sector de la Agricultura y de la Construcción son los que más se quejan de ambas.
La encuesta reconoce que el trabajo deteriora la salud. Así, explica que «el porcentaje de trabajadores que manifiesta molestias musculoesqueléticas aumenta con la edad. Entre los que tienen entre 16 y 24 años, la frecuencia es de un 65,8%, mientras que asciende al 80% entre los de 65 años o más». En este tipo de trastornos, las mujeres «se quejan ligeramente más que los hombres de alguna molestia musculoesquelética».
Este amplio trabajo también analiza el nivel de atención que debe mantener un trabajador en su puesto. El 67% señala que implica entre un nivel alto y muy alto, lo que provoca una carga mental, que influye en el trabajador de manera negativa, todo ello si se une, por ejemplo, a que un 45% de los trabajadores afirma que realiza trabajos «muy repetitivos».
Entre las condiciones ambientales, la encuesta indica que un 17,6% de los trabajadores manipula sustancias o preparados nocivos o tóxicos en su trabajo, que «mayoritariamente se presentan etiquetados», aunque un 13,2% determina que «sólo algunas» y un 3,1% dice que «trabaja con productos nocivos sin etiquetar». Los más afectados por estos riesgos elevados para la salud son el personal sanitario, los soldadores, los agricultores, ganaderos, pescadores y el obrero de la producción industrial mecanizada. También un 21% declara que inhala polvo o vapores nocivos o tóxicos». En general se advierte que el 27,5% de los trabajadores manipular, o respiran productos considerados nocivos para la salud, lo que es muy preocupante, porque la realidad demuestra que un contacto elevado en el tiempo provoca enfermedades graves. Un 9% de los trabajadores están en contacto con contaminantes biológicos.
El 37% de los ocupados reconoce que soporta ruido «molesto, elevado o muy elevado». En este amplio estudio se demuestra que la seguridad y la salud de los trabajadores está en entredicho.
18%
La frecuencia de los estudios de riesgo en el control de puestos de trabajo temporal es del 18%, mientras que en los empleos indefinidos alcanza el 34%, casi el doble. El empresario renuncia a alejar el riesgo del trabajador precario.
21%
De los trabajadores admite que respira polvo, humo, aerosoles o gases y vapores nocivos para la salud, lo que unido a quienes manipulan productos nocivos eleva el porcentaje de afectados al 27,5%.
37%
De los trabajadores afirma que soporta ruido molesto, elevado o muy elevado a lo largo de su jornada laboral. Es otra muestra más de que la legislación no se cumple por parte de las empresas.
30,7%
De los ocupados afirma que el diseño del puesto de trabajo es deficiente en algún aspecto del mismo, puesto que en muchas ocasiones se dispone de poco espacio para trabajar con comodidad.
55,4%
Realiza movimientos repetitivos de manos o brazos, y un 52,4% mantiene la misma postura. Un 23,5% de los trabajadores denuncia que realiza con frecuencia trabajos expuestos a posturas dolorosas y fatigantes a lo largo de la jornada diaria de trabajo.