Cándido Conde-Pumpido, fiscal general del Estado español, defendió ayer en el Congreso de los Diputados la firmeza de su acción contra la izquierda abertzale mientras se ha mantenido el proceso de negociación, y para ello volvió a esgrimir comparaciones con lo que hizo el PP durante el anterior alto el fuego de ETA, en 1998. Según concluyó, «los resultados son indudablemente e infinitamente superiores».

Durante su exposición de la Memoria de la Fiscalía General del Estado durante el año 2006, Conde-Pumpido resaltó que «no dejaré de repetir que en la lucha contra el terrorismo de ETA el Ministerio Fiscal ha hecho en todo momento lo que tenía que hacer, lo que la Constitución y la ley le encargan».

Tras afirmar que esto lo podría demostrar «con las cifras en la mano», el fiscal general nombrado por el Gobierno del PSOE desgranó datos como éstos: «En el año 2006 se celebraron 80 juicios orales contra integrantes o colaboradores de ETA y se dictaron 79 sentencias, un 58% más que en 2005».

«Esto demuestra que durante el alto el fuego permanente no sólo no se ralentizó la actividad de la Justicia, sino que se incrementó respecto al año anterior», concluyó Conde-Pumpido. Su intervención fue en línea con otras declaraciones realizadas por el presidente del Ejecutivo español, José Luis Rodríguez Zapatero, o con el famoso vídeo del PSOE en el que se jactaba de haber sido más duro que el PP en 1998, todo ello pese a los compromisos y garantías adquiridas con ETA en 2005, al inicio de este proceso.

El PP exige más

Sin embargo, el PP se mostró disconforme con la afirmación del fiscal general, y tampoco compartió los datos aportados. Su portavoz en la Comisión de Justicia, Ignacio Astarloa, aseguró que «los procedimientos penales contra etarras se iniciaron años atrás» y le acusó de «apropiarse de números que corresponden a otras épocas». Habló incluso de «maquillaje estadístico».

«No se lucha contra ETA mandando a casa a De Juana, colando partidos medio ilegales, oponiéndose al cierre de las herriko tabernas o mandando a casa a fiscales como Fungairiño», espetó Astarloa a Conde-Pumpido.