Georgia declara el «estado de excepción» para parar «un golpe de Estado»
GARA |
El presidente de Georgia, Mijail Saakashvili, declaró ayer el «estado de excepción» en todo el país para frenar «un intento golpe de Estado». «Durante el periodo de vigencia del estado de excepción se prohibirán las manifestaciones y mítines, y también los llamamientos a la toma violenta del poder en los medios de comunicación», destacó el primer ministro georgiano Zurab Nogaideli.
Aunque inicialmente la medida únicamente afectó a la capital, posteriormente Saakashvili la extendió a todo el país.
«Tan pronto como se restablezca el orden, se revocará el estado de excepción y se reanudará el funcionamiento normal de los medios», añadió.
En las principales plazas de la capital Tbilisi -de poco más de un millón de habitantes-, así como en las inmediaciones de los edificios oficiales, se desplegó un amplio dispositivo policial.
Horas antes, Saakashvili anunció la expulsión de tres diplomáticos rusos por mantener contactos con la oposición de Georgia y acusó a Moscú de «crear un gobierno en la sombra para usurpar el poder». En una comparecencia en directo en la televisión pública, afirmó tener «pruebas de la actividad subversiva de los servicios secretos rusos en territorio georgiano».
Por la misma razón, Georgia llamó a consultas a su embajador en Moscú y convocó al embajador ruso en Tbilisi para pedirle explicaciones.
Saakashvili, el principal aliado de Estados Unidos en el Cáucaso, subrayó que «nunca permitirá la desestabilización y el caos en Georgia».
Por la mañana, la Policía empleó balas de goma, gases lacrimógenos y cañones de agua para dispersar una movilización de la oposición que reclama la dimisión del presidente. Cerca de 500 personas tuvieron que ser atendidas en distintos hospitales de la capital. Varios líderes de la oposición fueron detenidos y podrían ser acusados de «colaborar con los servicios secretos rusos».