Los desplazados comienzan a regresar a los campamentos abandonados en Kivu Norte
La situación en Kivu Norte era ayer de calma tras el ataque de la víspera contra una base de las Fuerzas Armadas de la República Democrática del Congo (RDC) junto a Mugunga. Las personas que huyeron de los campamentos de desplazados comenzaron a regresar.
GARA |
La tranquilidad que se respiraba ayer en Mugunga, en la provincia congoleña de Kivu Norte, tras el ataque de la víspera contra una base militar propició el retorno de los desplazados que abandonaron tres de los campamentos que se ubican en los alrededores de esa localidad. «Esta mañana (por ayer), la situa- ción es tranquila, rechazamos al enemigo y los desplazados comienzan a regresar a los campamentos tímidamente», señaló el comandante José Omari, responsable de un batallón de las Fuerzas Armadas de la RDC desplegado en Mugunga, una zona que alberga cinco campamentos de desplazados.
Sin embargo, al final de la mañana sólo habían retornado unas 700 personas de las 28.000 que huyeron el día anterior, la mayoría de ellas trasladadas en camiones fletados por el gobernador de Kivu Norte.
La misión de la ONU en la República Democrática del Congo (Monuc) condenó ayer «sin reservas el ataque del martes, encaminado a tomar como rehen a la población civil para desestabilizar Kivu Norte». Su portavoz militar, el teniente coronel Pedro Chareyron, manifestó que «el hecho de atacar o amenazar a la población civil, que además se refugia en campamentos humanitarios, constituye un crimen de guerra», aunque no hizo ninguna referencia a los responsables del ataque del martes.
Las autoridades congoleñas responsabilizaron del mismo a las milicias del ex general tutsi congolés Laurent Nkunda, al que el Ejército acusa de querer «masacrar» a los desplazados.
Nkunda negó cualquier implicación, pero fuentes de la ONU amparadas en el anonimato, aseguraron que «no hay duda de que elementos de Nkunda son los responsables», ya que, añadió, el lunes se confirmó su presencia en la zona.
Agencias humanitarias denuncian el agravamiento de la situación en la provincia congoleña de Kivu Norte , que cuenta con cerca de 800.000 desplazados de guerra.