La Academia de Cine española rindió ayer homenaje al realizador Luis García Berlanga, presidente de honor de esta institución, coincidiendo con el 55 aniversario de su popular película «Bienvenido, mister Marshall!».

Su hijo, el guionista Jorge Berlanga, en representación del cineasta; el actor Manuel Aleixandre, que participó en el filme; el productor Teddy Villalba y el director Enrique Urbizu, fueron algunos de los participantes en este acto que se celebró en la nueva sede de la Academia en Madrid y al que asistieron más de un centenar de personas.

La directora general de la Academia, Ana Arrieta, moderó el evento en el que además se presentó el libro «Rodando... Bienvenido, mister Marshall!», de Víctor Matellano, con prólogo del propio Berlanga.

Charanga

El acto, que quiso tener un marcado carácter festivo, contó con una charanga que interpretó la conocida canción «Americanos». Todos sus integrantes iban ataviados con los trajes originales de la película.

Tanto Manuel Aleixandre como el propio Jorge Berlanga coincidieron en asombrarse por la «devoción» que existe hacia este filme del cineasta cuando su carrera ha estado marcada por títulos muy emblemáticos como «El verdugo».

Sin embargo, el Aleixandre, que hace tan sólo dos días ha cumplido 90 años, confesó no recordar la edad que tenía cuando participó en la película, y dijo que su recuerdo de Luis García Berlanga es el de «un joven lleno de alegría, satisfacción y humor».

Jorge Berlanga añadió que el proyecto de la Academia de Cine siempre fue prioritario para su padre y que se entregó a él con «tiempo y corazón», tal y como también resaltó Teddy Villalba. Asimismo, Berlanga indicó que «Bienvenido, mister Marshall!» sigue siendo hoy «una película que divierte como el primer día, aunque ahora no esperamos que vengan los americanos a darnos ayudas sino la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre o la Unión Europea».

Así, el director Enrique Urbizu aclaró que los jóvenes de su generación descubrieron a Berlanga a través de la televisión y aprendieron dos lecciones importantes: «Cómo fijar la mirada en las vidas de las gentes y hacerlo con la herramienta más difícil, el humor y la comedia que bordeaba casi la farsa».