Efectivos de la Subdirección Antiterrorista (SDAT) de la Policía Judicial francesa irrumpieron ayer en las herriko tabernas de Baiona (Xilko), Hendaia (Kanttu) y Ziburu (Tana) para revisar cuentas y realizar inventario de bienes. Las órdenes de registro emanaban de las juezas Laurence Le Vert y Marie-Antoinette Houyvet en base a una supuesta «financiación de movimientos nacionalistas vascos y asociación terrorista con el fin de preparar actos terroristas».

Poco después de las 11.00 de la mañana, cuando una trabajadora del Xilko se disponía a abrir el establecimiento, se presentó la Policía y, tras cerrar el acceso a la calle Tonneliers, procedió a registrarlo y a efectuar un inventario exhaustivo de las existencias. Mientras se llevaba a cabo el registro, varias decenas de personas permanecieron concentradas ante el cordón policial. No fue hasta las 15.30 que los agentes abandonaban la herriko llevándose diversos documentos. El gerente del Xilko, que había acudido hacia las 12.30, fue interrogado posteriormente en comisaría.

El procedimiento fue similar en el Tana. Las fuerzas policiales se presentaron poco después de la apertura del local (la herriko taberna abre sus puertas a las 11 de la mañana). Se dio la circunstancia de que, además de la trabajadora del bar, se encontraba en el mismo el gerente -el establecimiento, como el resto de herrikos, tiene carácter de asociación-, quien preguntó por los motivos de la irrupción.

Seguida de Kalaka

Así se pudo saber desde un primer momento que la operación guardaba relación con el registro del restaurante Kalaka de Donibane Garazi, producido recientemente, según la versión oficial, dentro de las investigaciones por los sabotajes contra el complejo turístico de Alain Ducasse. La actuación judicial y policial sobre estos sabotajes habría derivado, aunque no se sepa muy bien con qué fundamento, a investigar económicamente todas las herriko tabernas de Ipar Euskal Herria.

También en este caso, las fuerzas policiales cerraron los accesos a la plaza en la que está situada la herriko taberna, en pleno centro de Ziburu, con un amplio despliegue de medios. GARA pudo contar en la zona hasta ocho vehículos de los CRS. Las personas que intentaban acceder al lugar eran interceptadas y, salvo excepciones, como la de los vecinos del lugar, se les impedía el paso.

Pasadas las 12.30, algunas decenas de ziburutarras se reunieron ante las fuerzas policiales para mostrar su protesta. El registro, que también fue exhaustivo, terminó a las 4 de la tarde.

En el Kanttu de Hendaia, el registro se prolongó más ya que, aunque las fuerzas policiales hicieron acto de presencia a las 11.30 de la mañana, hasta las 13.00 no pudo acudir la gerente del local, cuya presencia resultaba necesaria. Con cuatro furgonetas policiales ante la herriko taberna, un reducido grupo de policías permanecía en el interior, interesándose por las cuentas y, como ocurrió en los demás establecimientos, realizan- do inventario. La Policía registró a continuación el domicilio de la gerente durante varias horas, desde donde se llevó, al parecer, documentación contable relacionada con el Kanttu.