El vecino de Lizartza Peio Olano deberá comparecer ante el magistrado de la Audiencia Nacional española Santiago Pedraz acusado de un «delito de amenazas» contra Regina Otaola, alcaldesa de la localidad. Esta citación es consecuencia de la querella interpuesta por Otaola, a raíz de la encartelada que se llevó a cabo en protesta por la izada de la bandera española el pasado 7 de setiembre.

El lizartzarra deberá comparecer el próximo martes en el tribunal especial, al igual que la propia Otaola y los dos ertzainas que elaboraron las diligencias de estos incidentes, ya que así lo ha acordado el juez de la Audiencia Nacional.

Después de que la magistrada del Juzgado de Tolosa acordara inhibirse de la causa al considerar que los hechos estaban «encuadrados en los delitos de terrorismo» -así lo solicitaban tanto la Fiscalía como los abogados de Otaola-, la denuncia de la primera edil recayó en el tribunal especial. Así, una vez recibido el informe suscrito por el fiscal Jesús Alonso, en el que declara competente a Pedraz, este magistrado ha iniciado el procedimiento contra Olano.

La Fiscalía y el propio juez del tribunal especial consideran que los incidentes son constitutivos de «un delito de amenazas» del artículo 577 del Código Penal. No obstante, en el escrito recalcan que este delito es relativo «a aquellas que son proferidas por personas que no pertenecen a una banda terrorista, ya que no consta que la persona que amenazó a la alcaldesa gritando: `vas a morir', sea integrante de un grupo terrorista».

Los hechos se remontan al 7 de setiembre, primer día de fiestas, donde la Corporación de la localidad, conformada en solitario por el PP tras lograr sólo 27 sufragios en los comi-cios del 27-M, izó la enseña rojigualda. Numerosos litzartzarras, con ikurriñas en mano, se concentraron ante la Casa Consistorial en señal de protesta.

Cuando la primera edil y el resto de concejales del PP salieron al balcón y procedieron a izar las banderas, entre los congregados se sucedieron los gritos de «ikurriña geurea» o «Otaola kanpora». Además, cuando los ediles abandonaron la localidad también lo hicieron entre protestas.

La Ertzaintza también hizo acto de presencia aquel día en Lizartza y desplegó un amplio dispositivo. Al finalizar el acto de protesta, la Policía autonómica hizo entrega de sendas citaciones a tres vecinos.

«Como en tiempos de Franco»

Desde la izquierda abertzale han sido numerosas las muestras de rechazo ante la situación que vive Lizartza. Tras estas querellas se criticó que la formación de Rajoy «ha ido a insultar, provocar y burlarse de Lizartza». Asimismo, consideraron que el proceder del PP supone «clarísimamente un acto represivo grave y escandaloso contra Euskal Herria» y un «ataque frontal a la voluntad popular».

Trajeron a colación que los vecinos optaron por la candidatura de EAE-ANV en las elecciones y criticaron que «no eligieron a Otaola para ostentar la Alcaldía. Fue impuesta contra la voluntad popular, exactamente igual que en tiempos de Franco», apostillaron.