El consejero de Sanidad del Gobierno de Lakua, Gabriel Inclán, anunció ayer que la vacuna para la prevención del virus del papiloma humano, responsable de enfermedades como el cáncer de útero, ha entrado a formar parte ya del calendario vacunal infantil en la CAV, y comenzará a administrarse la última semana de este mes entre las alumnas de primer curso de la ESO.

La población a la que se dirige esta primera campaña de vacunación son nueve mil niñas, repartidas en 340 centros escolares de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa. Esta es la población a la que cada año se dirigirá el Departamento de Sanidad, porque, «hemos hecho lo que nos parece más razonable, ya que para garantizar la máxima eficacia esta vacuna se debe administrar antes del inicio de las relaciones sexuales, y cuanto mayor es la persona, más posibilidades tiene de contaminarse con el virus. De hecho, se calcula que el 75% de las mujeres mayores de 25 años están o han estado en contacto con el virus», aseguró el consejero Inclán.

Sanidad ha adquirido 30.000 vacunas, invertirá un presupuesto anual de 3,5 millones de euros, y comenzará paulatinamente a administrar la primera de las tres dosis de que consta antes de finalizar el mes de noviembre. Para ello, aprovecharán la logística que se utiliza para la administración de la va- cuna contra la hepatitis B -que ya recibe el 95% de la población-, y se administrará en los centros escolares, previo consentimiento expreso de los padres, madres o tutores.

Carácter preventivo

Gabriel Inclán resaltó el carácter «preventivo, no terapéutico» de esta vacuna, lo que quiere decir que puede prevenir la infección por el papiloma virus, «pero no puede erradicarla ni evitar las consecuencias cuando una persona ya está infectada». En ello radica, según subrayó, la razón por la que en la CAV, a diferencia de los territorios de Ipar Euskal Herria y de Nafarroa, se ha optado por una edad comprendida entre los 11 y los 14 años para la vacunación.

El objetivo es reducir las enfermedades generadas por el virus del papiloma humano, que afectan a las mujeres y cuya incidencia es mayor en aquellos lugares y franjas de población más desprotegidas y con un peor nivel de vida. En la CAV, la incidencia anual estimada del cáncer de cuello uterino es de 83 casos de cáncer invasivo y 227 casos de cáncer in situ.

Para que estas cifras no aumenten en los próximos años, Inclán anunció la intención de su departamento de prestar una especial atención a franjas de población, como las integradas por personas inmigrantes, que por sus precarias condiciones de vida puedan ser más proclives a infectarse con el virus.

Revisiones ginecológicas

El consejero de Sanidad reconoció que no se conoce el alcance de la efectividad de esta vacuna, «no se sabe tampoco si va a ser necesario revacunarse, como ha ocurrido con otras vacunas como las que se administran contra las paperas y la varicela». Además, dejó en manos de la valoración individual de cada caso por parte de los médicos, la posibilidad de que la vacuna pudiera ponerse a mujeres mayores de la edad a la que está prevista su administración.

Inclán recordó que el virus del papiloma humano se transmite por vía sexual, de persona infectada a no infectada, por lo que subrayó la importancia de utilización del preservativo, recordando también la necesidad de respetar las revisiones ginecológicas que la Sanidad pública vasca recomienda.

En este sentido, el consejero de Sanidad admitió que los programas de Salud, como el de la mujer existente en su Departamento «siempre son revisables», pero se reafirmó en que las recomendaciones que vienen realizando «son suficientes». Así, frente al aumento de revisiones ginecológicas que reclaman algunos sectores como medida preventiva básica para diversas patologías que afectan a las mujeres, Lakua recomienda a todas las mujeres que acudan a realizarse una citología de control a partir de los 25 años de edad, «y tras dos citologías que en un plazo de un año resulten negativas, se la hagan con una periodicidad de 3 ó 5 años».