Las goteras del Amejoramiento asoman dentro y fuera del Parlamento navarro
Un cuarto de siglo después, el Amejoramiento deja ver sus grietas. El intento de festejar la efemérides hecho esta semana por el Parlamento las ha puesto en evidencia: tras el desfile incesante de altos mandatarios del Estado ayer fue por fin el turno de los navarros. Primero se oyó la voz de los excluidos, en 1982 y en 2007. Luego, hasta UPN y PSN asumieron que el debate generado por la partición sigue vivo y que la falta de refrendo popular está ahí.
Ramón SOLA- Asier VELEZ
La mesa redonda entre los portavoces del Parlamento navarro parecía destinada a convertirse en una catarata de elogios huecos al Amejoramiento, pero no hubo que rascar mucho para concluir que un cuarto de siglo después el suyo ha sido el viaje hacia ninguna parte; si acaso, en trayectoria circular hasta el mismo punto de partida. Incluso el representante de UPN, Carlos García Adanero, lo asumió, aunque a su modo: «El afán anexionista sigue en vigor», apuntó. Poco antes había argumentado que en 1982 a Nafarroa le tocó decidir «qué quería ser: una comunidad foral (con régimen, autonomía e instituciones propias) o la cuarta provincia vasca». Confesó que el Amejoramiento se hizo para garantizar la primera opción. Pero terminó por admitir que un cuarto de siglo después, el debate continúa abierto.
A su homólogo del PSN también se le escapó la prueba de otra de las quiebras de origen. Roberto Jiménez había comenzado afirmando que «el Amejoramiento es sinónimo de democracia», pero lo contradijo cuan- do -ya mirando hacia adelante- planteó reformar su artículo 71 para que en el futuro el estatuto navarro sí sea sometido a votación, no como ahora. «La reforma de sus elementos esenciales deberá requerir en el futuro un referéndum para su aprobación», explicó. Lo que no dijo es por qué sí habría que votar una eventual reforma cuando se impidió votar el texto original.
Todos los intervinientes en esta mesa redonda entre portavoces parlamentarios «legales», salvo UPN, aludieron a esa falta de refrendo ciudadano. Patxi Zabaleta (Nafarroa Bai) recordó además que para negociar con Madrid el Amejoramiento se excluyó a los abertzales. Hoy día, al sector que lidera la denuncia de aquel marco, la izquierda abertzale, ni siquiera se le deja entrar en el Parlamento. Pero no se calla. Ayer Txelui Moreno y Ainhoa Irigibel, candidatos de EAE-ANV, levantaron la mano desde el público y reclamaron su turno de palabra nada más iniciarse la sesión. Pese a que algunos de los presentes intentaron silenciarle al más puro estilo Borbón, Moreno denunció la exclusión de la izquierda abertzale del debate, recordó que el Amejoramiento «no ha sido ratificado por la ciudadanía» y reivindicó «elecciones libres» y un parlamento representativo. Ambos salieron luego de la sala ante la llegada de la Policía Foral.
Como en Catalunya
Con las intervenciones de UPN y PSN quedó claro que un cuarto de siglo de Amejoramiento -toda una generación en términos biológicos- no ha logrado dejar zanjado el tema de la partición territorial vasca, ni ha hecho olvidar que la norma nunca se votó. Pero sobre la mesa redonda celebrada en el Parlamento aparecieron otras goteras. Por ejemplo, la imposición estatal que conlleva. Patxi Zabaleta, de Nafarroa Bai, planteó que «no debería olvidarse nunca que es el centralismo el que niega y quita competencias a Nafarroa».
En realidad, bastaba ver el programa de estas jornadas organizadas por la Cámara y por las dos universidades de Nafarroa para comprobarlo: por Iruñea han pasado estos días cargos estatales de tan alto nivel como la presidenta del Tribunal Constitucional, María Antonia Casas; el del Senado, Javier Rojo; o el del Consejo de Estado, Francisco Rubio Llorente. Todos han elogiado el valor del Amejoramiento, desde la perspectiva estatal. Por algo será. Y algunos incluso se han permitido dar lecciones: para el ex presidente del TC Alvaro Rodríguez Bereijo, el actual régimen fiscal navarro discrimina a otras comunidades del Estado y el Cupo debería recalcularse; y para Rubio Llorente, habría que derogar la Transitoria Cuarta para terminar de apuntalar el actual mapa. El líder de UPN, Miguel Sanz, se apresuró a tomar esta idea y relanzarla en el discurso que cerró estas jornadas.
Está claro que Madrid ganó con la norma. Juan Cruz Alli, de CDN, admitió que al fin y al cabo entonces se aprobó lo que se pudo, y equiparó el proceso con el del actual Estatuto catalán, en el sentido de que «el Parlamento navarro aprobó unas bases y luego se llegó a los términos que se consiguieron pactar entre la representación de Navarra y la del Estado». Zabaleta trajo a colación además el contexto histórico de aquel estatuto tardío: para entonces ya se había producido el golpe de Estado de Tejero y se había aprobado la LOAPA destinada a poner freno al proceso autonómico.
UPN también está muy conforme, como mostró con alborozo Carlos García Adanero. Y esto lleva a poner freno a cualquier pretensión de maquillaje, como la que podrían tener en mente Nafarroa Bai y un PSN que ya la propuso tímidamente hace dos años. Y es que en el acto se mostró que hay un problema de carácter técnico, otra rémora inherente al Amejoramiento: cual- quier propuesta de modificación debe partir del Gobierno navarro y no del Parlamento. Por tanto, en este momento la reforma quedaría en manos de UPN, que está muy cómodo con la actual redacción. Alli y Ion Erro (IUN) denunciaron que no quepa la posibilidad de iniciarla desde la Cámara.
Pero el caso es que no se puede, y quizás por eso ni el PSN ni Nafarroa Bai ponen sus cartas sobre la mesa en este momento. Tampoco lo hace IUN, que recordó que la Ponencia sobre Autogobierno creada en el Parlamento la legislatura pasada conclu- yó que no hay consenso posible. El discurso del PSN, en cualquier caso, no dejó de sorprender por su tibieza. Apenas dos años después de que su líder, Carlos Chivite, propusiera impulsar una modificación y someterla a referéndum, Jiménez llegó a defender ayer que el nivel competencial actual es muy correcto, y se mostró reacio a «asumir por asumir». Si acaso, planteó, podrían reclamarse las competencias de Tráfico. Zabaleta y Alli tuvieron que recordar que faltan materias previstas en 1982 como la transferencia económica de la Seguridad Social.
Y en el fondo, presidiéndolo todo, la cuestión pendiente de la partición, el auténtico meollo del Amejoramiento. El presidente del Consejo de Estado sugirió el martes revocar la Disposición Transitoria Cuarta para zanjar el debate. UPN y PSN no entraron al tema, pero apostaron con claridad por la Nafarroa sola. Juan Cruz Alli, más práctico en busca de ese mismo objetivo final, propuso colaborar con la CAV -sin citarla- como hacen entre sí los landers en Alemania o los estados en EEUU, «sin que ninguno de esos países se haya roto». Y defendió que la Transitoria Cuarta se quede como está, porque supone «algo muy relevante y garantista. Sólo a Navarra se le reconoció lo que es un derecho de autodeterminación interno», saludó. El líder de CDN la definió incluso como un «mecanismo democrático» que se puede leer en clave de «solución a un problema político». El mismo problema que Constitución y Amejoramiento no han resuelto, 25 años después.
Manifestación el día 1
Pero el debate no se acabó en el vestíbulo del Parlamento, porque en la calle ANV se concentró para denunciar la «imposición y el fraude» del Amejoramiento y para anunciar una manifestación el 1 de diciembre. Partirá desde la antigua Estación de Autobuses a las 17.00 con el lema «Con el Amejoramiento no hay democracia».
Ainhoa Irigibel consideró ante los medios que «la necesidad de cambiar el marco autonómico se ha convertido en la referencia programática de todos los agentes políticos de la comunidad en las últimas elecciones autonómicas». No obstante, advirtió de que esa antesala tiene dos puertas de salida; «una hacia tiempos pasados, de reforma y reedición del fraude a la sociedad navarra, que todos los grupos parlamentarios sin excepción pelean por ser los primeros en cruzar; y otra hacia el futuro democrático y de respeto a todos los proyectos e ideas».Añadió que dejando fuera del Parlamento a la izquierda abertzale se buscó «acordar el engaño de manera más cómoda».
Dentro, a esa hora, Sanz ofrecía sólo retocar el Amejoramiento para que si hay elecciones anticipadas se abran legisla- turas completas de cuatro años.
«El Amejoramiento del Fuero ha consolidado el estatus de Navarra como comunidad foral en el marco de España. Tiene importancia como fruto de un doble pacto entre Navarra y España, que es la base de su solidez y el aval como garantía para el futuro».
«En este momento, deberíamos converger los que creen que es urgente renovar el Amejoramiento del Fuero, los que reconozcan las carencias originales que tiene y los que creemos que resulta urgente actualizar los derechos históricos».
«Asumir competencias por que hay que asumir, al coste que sea, para llenarnos la boca de autogobierno es un gran error que procuraremos no cometer desde nuestra humilde posición. El autogobierno es bueno si mejora la calidad de vida».
«Nuestro objetivo es pasar del marco autonómico del negocio y de la corrupción a otro en el que la clase privilegiada sea la de los trabajadores del país. Pasar del marco de la imposición a otro en el que sea la ciudadanía la que decida».