huelga en el estado francés
Miles de funcionarios enseñan los dientes a Sarkozy en Baiona
El enfado de trabajadores de la función pública y estudiantes se hizo patente ayer en las calles de Baiona. Cerca de 5.000 personas manifestaron su descontento. Los unos, por los planes del Gobierno de suprimir miles de empleos públicos y por la pérdida de poder adquisitivo que vienen sufriendo. Los otros, para denunciar la ley de autonomía universitaria a la que se oponen. Los trabajadores de la SNCF que llevan una semana de huelga, también estaban allí.
Arantxa MANTEROLA | BAIONA
«En la república bananera de Sarkozylandia: + 140%» rezaba la pancarta de fabricación propia que portaba una de las 5.000 personas que ayer se manifestaron en las calles de Baiona. El eslogan hacía referencia a la subida de los emolumentos del presidente que acaban de aprobar los diputados en la Asamblea Nacional.
La misma crítica pudo escucharse también en los mensajes finales de los sindicatos en contraposición a la pérdida del poder adquisitivo de los funcionarios (-6% en cinco años), una de las razones por las que, como en el resto del Estado, buena parte de las empresas de servicios públicos cesaron ayer su actividad y manifestaron su descontento con los planes del Gobierno.
Durante las alocuciones de los sindicatos en la misma plaza del Ayuntamiento, una delegación intersindical era recibida por el alcalde de Baiona, Jean Grenet, que también fue objeto de crítica porque en su calidad de diputado votó el aumento de las retribuciones de ministros y presidente.
CFDT, CGT, FO, FSU y UNSA, así como varias federaciones de la función pública, denunciaron las 180.000 supresiones de empleos previstas para los próximos cinco años y calificaron de «pretexto» y de «incoherencia» que el Gobierno pretenda con dichas medidas equilibrar el presupuesto. Alertaron, además, del «deterioro que sufrirá la calidad del servicio público» y de las «consecuencias nefastas que, en particular en las zonas rurales», acarreará la desaparición de tantos empleos.
Llenazo en la plaza
La manifestación, que arrancó pasadas las 10.30 del barrio Saint Esprit, iba precedida por una pancarta portada por representantes sindicales tras la cual podía verse en bloque a un centenar de estudiantes de liceos y facultad de Baiona, que se habían adherido a la movilización para, en su caso, exigir la derogación de la ley de autonomía universitaria.
Los diferentes sectores de la función pública (hospitales, correos, administración de finanzas, trabajadores municipales...) desfilaban a continuación, cada cual en el bloque de su respectivo sindicato. No faltaron los trabajadores de las empresas de energía (EDF-GDF) y del tren (SNCF), que ayer cumplían siete días de protesta por la reforma del sistema de jubilación.
Finalizando la marcha podían verse las banderolas de los sindicatos Sud, Solidaires y LAB y también las de la LCR.
El sindicato abertzale hizo un llamamiento a la unidad a todos los sectores «público y privado porque todos estamos en el hojo del huracán del Gobierno y debemos movilizarnos para hacer frente a las reformas anti-sociales que pretenden imponernos el gobierno y el Medef».
La mitad de trenes, el tercio del metro, pararon ayer en París, en el séptimo día consecutivo de huelga; entre el 50% y el 60% de los profesores y maestros de la enseñanza primaria y secundaria según los sindicatos (40% según el Ministerio de Educación) no impartieron clase ayer en el Estado; algo menos en La Poste (correos) y las eléctricas y gas; retrasos y algunas cancelaciones de vuelos en Orly y Roissy por el cese de trabajo de los controladores aéreos; miles de funcionarios y empleados públicos en las calles de las principales ciudades. En resúmen, una jornada bastante complicada para el Gobierno de París y sus planes. El primer ministro François Fillon realizó un llamamiento a la «responsabilidad» y a «respetar los derechos de los usuarios» y Nicolas Sarkozy anunció que tomará en breve «medidas en relación al poder adquisitivo de los funcionarios», pero aseguró que no reculará en cuanto a la reforma de las jubilaciones y la ley universitaria previstas. Mientras tanto, algunos sindicatos de ferroviarios empiezan hoy las negociaciones con el Gobierno y parece que el tráfico mejorará, pero para mañana sólo se anuncia un TGV Hendaia-París.