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crónica | la fundación tripartita estatal frena a hobetuz

El negocio de la formación continua de trabajadores suscita polémica

El negocio de la formación continua es claro. Cada año, en el Estado español se mueven más de mil millones. Sin embargo, los trabajadores españoles y los vascos son los que menos formación continua reciben en el conjunto de la Unión Europea, muy alejados de los países nórdicos, que son los punteros.

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Juanjo BASTERRA

La necesidad de aprender durante toda la vida laboral se está imponiendo. Supone un nicho de negocio enorme, por encima de los 1.100 millones de euros anuales. Las comunidades autonómicas se reparten una tercera parte de esa cantidad en acciones formativas que son reclamadas por los propios trabajadores o los actores de esos planes de formación: centros de enseñanza, empresarios y sindicatos. No todos: ELA y LAB no participan de ese modelo, lo que ha planteado ya desde 1995 un enfrentamiento real entre Madrid y Gasteiz que, en 2007, se ha resuelto aceptando el Gobierno de Ibarretxe la posición del modelo español.

La Confederación española de Empresas de Formación no reglada (Cecap) organizó en Bilbo la segunda jornada sobre la formación continua como «motor de mejora de la competitividad» de las pequeñas y medianas empresas (pyme), teniendo en cuenta el modelo que reside en Madrid y que, con la colaboración del Gobierno de Lakua, está desplazando al de la Fundación Hobetuz, que prima la calidad y la enseñanza desde centros reconocidos. Sin embargo, se habló poco de la adaptación de los trabajadores a los nuevos sistemas productivos, pero sí del destino de los fondos y la fórmula para ser acreedores de las ayudas económicas previstas en los diferentes modelos.

Carlos Ceballos, responsable de Formación Continua de la patronal Cecap-Euskadi, descubrió el «pastel» ya que, antes de ayer el Departamento de Educación de Lakua publicó las bases para acceder a las ayudas del programa Hobetuz. En esta ocasión, el Gobierno autonómico ha aceptado las reglas de Madrid y ha logrado un presupuesto de 21 millones. Ceballos destapó la caja de los truenos, porque «de esa cantidad sólo quedará, al final 13 millones para la formación en oferta, es decir la que demandan los trabajadores e imparten sindicatos y centros formativos», pero en las órdenes del Departamento de Educación no figuran los centros de enseñanza no reglados, a los que representa Cecap. «Es dinero que les han dado en Madrid», se quejó Ceballos, sin tener en cuenta que aquí nadie da nada que antes no hayan aportado los propios trabajadores vascos. Para tener cabida en ese reparto, Cecap-Euskadi afirma que «los centros no reglados somos un agente necesario para que se puedan consumir el nivel de horas y presupuesto que está asignado a la formación». Claro.

Este argumento también fue esgrimido por la representante y responsable de formación de CCOO de Euskadi, Loli García, cuando un asistente a la jornada le dijo que «no es lógico que los agentes sociales tengan que dar el visto bueno a los planes formativos de las empresas -aunque en la práctica se produzca de manera escasa-, porque en un momento dado pueden no aceptar uno, en concreto, porque un determinado sindicato ha organizado un curso similar de formación continua».

Ante esta interpelación, saltó también Felipe García, de UGT Euskadi, para señalar que los agentes sociales no cuentan con esa capacidad ejecutiva, «a no ser que el plan de formación que se presenta esté mal realizado, fuera de plazo, etc». Sin embargo, la sospecha corrió por la sala en la que se estaba realizando la jornada informativa. El interpelante señaló que «es curioso que cada sindicato tenga un área de formación continua. Algo hay por detrás que no nos dicen por alguna razón», dijo.

Planes por módulos

Los representantes de CCOO y UGT mostraron su rechazo al modelo de Hobetuz y, en general, reconocieron que el paso que ha dado este año el Gobierno de Lakua «no contenta a nadie», precisó García, que reclamó una modificación de los estatutos del patronato «para que no se imponga el bloqueo por una de las partes».

UGT Euskadi criticó al representante de Cofebask, José Luis García Bengoa, porque los planes de demanda, los que ponen en marcha las empresas, sólo cubren un tercio de los fondos previstos. García Bengoa, por otro lado, subrayó la necesidad de que los trabajadores «se pongan al día», aunque para nada habló de que eso debería repercutir en los salarios ni en las condiciones laborales, como desde CCOO de Euskadi se le reclamó de forma directa.

En el encuentro, María Jesús Sasieta, responsable del Inem de Bizkaia en el área de Formación, adelantó que en 2008 los planes formativos serán «modulares y específicos».

 

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