Lo verdaderamente sorprendente es que parece que todos corren a apuntalar esa presa que está a punto de reventar, ya que casi ningún medio de comunicación se hace eco del escándalo ¿Tanto hay en juego?

Esta historia de amor y amancebamiento a tres, no se si tocará a su fin; pero si levantan la manta, se conocerá el «juego» que como mínimo durante dos décadas han mantenido los dos sindicatos mayoritarios del país con la patronal; incurriendo en un escandaloso tongo social, que ha llevado el hambre y desaliento a muchas familias.

El grifo que se abrió en la época de la reconversión industrial de Felipe González, con Nicolás Redondo como «apagafuegos» y parapeto del gobierno, nos ha llevado a esta situación. Un grifo fruto de sudores obreros, que condenaba a los de un lado de la presa a una sequía reivindicativa, inédita en la historia de este país y de cualquier país europeo -miremos a Francia o Alemania-.

Un grifo de oro que, en complicidad con la patronal, construyeron como muro de silencio reivindicativo a cambio de caudales millonarios. Pero al agua, como a la palabra, siempre les llega un tiempo que por mucho que se les tapone encuentran su cauce de libertad y expresión.

Para conocer las razones de este nuevo fraude público, sobra literatura y basta con conocer la estadística: ¿cuántos afiliados tienen UGT y CCOO por cada sindicalista liberado a sueldo del sindicato «trabajando» en faraónicas sedes? ¿cuántos la CGT y CGDT francesas? ¿cuántos ELA y LAB vascas? ¿cuántos en Europa?

Han monopolizado los millonarios fondos públicos del FORCEM. Para mi, aquí está el epicentro del fraude. Una auditoria del estado, en dos meses lo aclara y lo sanea todo. ¿Ya querrán? ¿Ya lo veremos?