La reunión de ayer en Bruselas no registró avance alguno y nuevas discusiones -sin duda las últimas- tendrán lugar durante tres días contar desde el 26 de noviembre en Austria, según anunció a través de un comunicado la troika (EEUU, Rusia y UE) que trata de mediar para una solución al estatus definitivo de Kosovo.

«Pristina ha defendido una independencia supervisada, en línea con las recomendaciones del enviado especial de la ONU, Martti Ahtisaari, y Belgrado ha insistido en detallar su visión de un Kosovo con una alta autonomía dentro de las fronteras serbias», añade el escrito.

Fuentes cercanas a las negociaciones aseguraron que la delegación serbia, liderada en persona por el presidente, Boris Tadic, insistió en importar el modelo de Hong Kong (un país y dos sistemas). Introdujo para ello la cuestión económica al recordar que la autonomía ha permitido a la antigua colonia británica prosperar en el seno de la República Popular de China.

Serbia, que por derivada lógica se permite el lujo de compararse con el gigante chino, cuenta con el sostén de Rusia, que puso ayer en duda la legitimidad del resultado de las elecciones en Kosovo. Para ello equiparó abstención con boicot.

Todas las partes se reunirán el 26 en Baden (cerca de Viena) en la última cita antes de que expire el plazo, el 1o de diciembre.