«La izquierda abertzale tiene un compromiso con este pueblo, con la paz y el derecho a decidir», manifestó Pernando Barrena durante el acto político celebrado por la tarde en el bilbaino frontón de la Esperanza, con motivo del aniversario de las muertes de Santi Brouard y Josu Muguruza. Barrena añadió que es el mismo compromiso que guió el trabajo político de ambos dirigentes abertzales, «el que ha llevado a la cárcel a los mahakides y el de toda la izquierda abertzale».

Más de un millar de personas participaron en un acto que contó con un montaje audiovisual con fragmentos de intervenciones políticas de quienes fueron muertos en acciones de guerra sucia. Edurne Brouard y Ane Muguruza, hijas de los homenajeados, recogieron ramos de flores y, tras el aurresku, bailado también por la hija de Muguruza, tomó la palabra José Luis Elkoro para dar testimonio del atentado del Hotel Alcalá, que acabó con la vida de quien pretendía recoger sus credenciales como diputado.

Luego, un numeroso grupo de jóvenes subió al escenario tras una pancarta en la que se podía leer «Ezin izan duzue, ezin izango duzue», en referencia a las últimas redadas contra jóvenes vascos. Barrena, por su parte, cerró el acto calificando de «ejercicio de cinismo sin límites» la pretensión de responsabilizar a la izquierda abertzale del fracaso del intento negociador, toda vez que situó «la represión» en el hecho de que «se han quedado sin argumentos». Matizó que «tienen toda la fuerza de la violencia del Estado, pero políticamente son débiles».

La jornada, sin embargo, se inició en Rekalde, junto al monolito erigido en recuerdo de Josu Muguruza. Casi un centenar de personas quisieron participar en el sencillo acto y, desde allí, una vez realizada la ofrenda floral, los familiares y amigos se dirigieron poco después al cercano parque de Amezola, en el que se ubica el monolito en recuerdo de Santi Brouard.

Allí se sentó en primera fila Teresa Aldamiz, viuda del médico, flanqueda por su hija Edurne y por Elena Bartolomé, quien fuera compañera de Muguruza. Todas ellas, como buena parte de los centenares de personas que participaron en el acto, con claveles rojos en sus manos. Una ikurriña y las fotografías de los desaparecidos presidieron el escenario del homenaje, mientras se escuchaban por megafonía canciones de la primera época de Benito Lertxundi.

Los familiares de Brouard y Muguruza recibieron el saludo del secretario general de LAB, Rafa Díez, así como de la abogada Jone Goirizelaia. También acudió el presidente de EAE-ANV, Kepa Bereziartua. Durante la presentación del sencillo acto, el ex mahaikide Tasio Erkizia utilizó la fórmula del bertso para subrayar «la dignidad y la esperanza» que representan, según dijo, Brouard y Muguruza, tras lo cual un dantzari bailó un aurresku de honor.

«La única vía de solución»

Posteriormente, los asistentes depositaron sus claveles rojos junto al monolito en recuerdo de quien fuera médico pediatra, al igual que anteriormente lo hicieran junto a la obra que recuerda a Josu Muguruza en el barrio de Rekalde.

A continuación, Jone Goirizelaia tomó la palabra para subrayar que «la única manera» de superar el conflicto político que sufre Euskal Herria «es reconocer que existe un país y darle la palabra al pueblo», para añadir seguidamente que «si alguien piensa que se puede solucionar de otra forma, se equivoca».

La dirigente abertzale aseguró que si Brouard y Muguruza «estuvieran aquí, estarían a favor del marco democrático. El pueblo pide cambio político y también lo quiere la izquierda abertzale -sostuvo-. Hace falta dar salida a los derechos del pueblo; sólo eso traerá la solución».

Remarcó, asimismo, que la izquierda abertzale no va a aceptar «soluciones falsas que sólo traerían consigo la prolongación del conflicto» y se refirió, a continuación, a PNV, PSOE y Nafarroa Bai, sobre los que manifestó que «si piensan que van a solucionar las cosas con engaños y salidas en falso, se equivocan. No es posible superar el conflicto con reformas estatutarias o del Amejoramiento», añadió la política de Mungia.

Volvió a referirse la abogada a los partidos con responsabilidad en el poder, para asegurar que «el problema no lo tienen con la izquierda abertzale, sino que el problema lo tienen con todo este pueblo y sólo se solucionará reconociéndolo, respetando sus derechos y abriendo vías para que puedan ser ejercidos», añadió.

Tras reiterar la necesidad de un marco democrático «de verdad, como propone la izquierda abertzale», ya que «es lo que quiere el pueblo», Goirizelaia abundó en que «vamos a seguir trabajando para que, dentro de no mucho tiempo, podamos decidir en libertad lo que queremos ser y ejercitar en libertad nuestros derechos».

Goirizelaia había iniciado su intervención agradeciendo «la presencia de amigos, familiares y militantes de la izquierda abertzale» tanto en Rekalde como en el parque de Amezola, tras lo cual manifestó que «tenemos muy claro quiénes fueron Santi y Josu, porque les conocimos y sabemos por qué y para qué trabajaron». En ese contexto, la abogada fue muy crítica con el hecho de que «no se haya recordado hoy [por ayer] en los medios de comunicación las muertes de Santi y Josu. No han recordado que fueron asesinados, pero para noso- tros fueron importantes».

A juicio de Jone Goirizelaia, el hecho de que en la mayoría de los medios de difusión no se recordara el aniversario de estas muertes en atentado demues-tra que «hay diferentes varas de medir, según quiénes sean las víctimas».

Quiso subrayar la abogada vizcaina que tanto a Santi Brouard como a Josu Muguruza «les retratan sus hechos, sus palabras; como decenas de ciudadanos de esta país conocieron la cárcel y el exilio», tras lo cual relacionó su muerte, el hecho de que fueran víctimas, «por su condición de independentistas».

Calificó a ambos dirigentes abertzales desaparecidos en los años 1984 y 1989, respectivamente, como «entusiastas» e «inquebrantables», y afirmó posteriormente que «ambos supieron transmitir su pensamiento».

«El mejor homenaje que les podemos tributar es seguir trabajando como ellos, para que un día podamos ejercitar nuestros derechos», concluyó.