La legislatura que sigue al portazo de Rodríguez Zapatero al proyecto de nuevo Estatuto en el Congreso está siendo la más tranquila para el Gobierno de Ibarretxe en materia presupuestaria. Nada que ver con los cuatro años anteriores llenos de sobresaltos, en los que ni la fórmula de Juan María Atutxa de votar las enmiendas a la totalidad por separado en lugar de la reglamentaria devolución del proyecto impidió los continuos sustos, con presupuestos prorrogados, incoherentes o aprobados de chiripa por retraso de nada menos que el líder de la oposición, Jaime Mayor Oreja.

Desde 2005, el acuerdo tácito de PSOE y PNV de no impedir la gobernabilidad ni en Madrid ni en Lakua ha favorecido que ambos partidos aborden la negociación de los respectivos presupuestos con voluntad de llegar a pactos y no como un mero trámite previo al enfrentamiento.

Y la sintonía entre los respectivos equipos negociadores ha llegado hasta tal punto que este año el principio de acuerdo se adelanta tanto que el PSE ni siquiera llega a presentar enmienda a la totalidad.

Hoy vence el plazo para que los distintos grupos parlamentarios se posicionen ante las cuentas del Ejecutivo de Lakua, y el portavoz del PSE, José Antonio Pastor, ya adelantó ayer que «el acuerdo es suficientemente avanzado como para anunciar que el PSE no va a plantear enmienda a la totalidad». PP y Ezker Abertzalea sí lo harán.

Tanto el PSE como fuentes del Ejecutivo de Lakua constataron que el acuerdo no está cerrado en todos sus extremos y que todavía quedan puntos que negociar. José Antonio Pastor no quiso entrar en datos concretos del pacto que está ya perfilado, pero adelantó que «se consolida un claro avance en materia de gasto social». Añadió que «buena parte del aumento presupuestario se canalizará a través de los ayuntamientos, como pilares fundamentales que son de la construcción social del país».

Fuentes del Ejecutivo autonómico, por su parte, quisieron dejar constancia de que «en el marco general de la negociación presupuestaria, el Gobierno muestra su disposición negociadora no sólo con el PSE».

El PSE, pilar fundamental

Aunque el discurso del Departamento de Hacienda ha sido el de que estaba en disposición de negociar los presupuestos con todos los grupos, lo cierto es que el PSE se ha convertido en socio preferente y pilar fundamental en esta legislatura, no sólo en materia presupuestaria, sino también en las leyes más importantes.

Tras las elecciones de 2005 y al convertirse en segunda fuerza del Parlamento de Gasteiz, el PSE cambió su forma de hacer oposición. Se despegó de la estrategia mantenida hasta entonces por el PP y trata de dar la imagen de oposición constructiva. Esto le ha facilitado mucho las cosas al Gobierno de Juan José Ibarretxe.

El acuerdo para los presupuestos de 2006 se alcanzó casi en el último minuto y con intercambio de reproches después de su firma. El PSE había presentado enmienda a la totalidad y el anuncio del pacto y de su retirada lo hizo Patxi López en el mismo pleno. Con el proyecto de 2007 también se apuraron los plazos, aunque no tanto.

Conocido el principio de acuerdo entre PNV y PSE, Batasuna denunció que el mismo se basa en «los intereses económicos comunes» y de «negocio» que tienen ambos partidos, además de su interés en apuntalar el actual marco autonómico. Denunció también que las cuentas públicas se negocian sin consultar con los sectores sociales.