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Preocupación en zangoza ante la poca estabilidad y seguridad que ofrecen los embalses de itoitz y esa

El deslizamiento de parte de la ladera izquierda del pantano de Esa ha creado una sensación de inseguridad entre los vecinos de Zangoza. Ante esta situación, varios de ellos han creado una plataforma para exigir la paralización de las obras de recrecimiento.

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Asier VELEZ DE MENDIZABAL

Los vecinos de Zangoza viven con una gran incertidumbre estos últimos años. La ciudad, situada aguas abajo de los pantanos de Esa e Itoitz, podría quedar arrasada en caso de que alguno de los embalses se desbordase. Las obras de recremiento de Esa y los deslizamientos que posteriormente se produjeron en una de las laderas han sido motivo suficiente para dar la voz de alarma en el muncipio. Por ello, varios vecinos de la localidad han creado la Iniciativa Ciudadana Yesa No, Vida Sí, que exige la inmediata paralización de las obras, toda vez que aboga por llevar a cabo otras alternativas más ecológicas y de menor impacto medioambiental.

«Creo que Zangoza es la única ciudad del mundo que vive bajo la amenaza de dos pantanos, y eso repercute en la calidad de vida de los vecinos. Existen informes que justifican nuestro temor a que cualquier día pueda suceder una desgracia. El geólogo Antonio Casas, por ejemplo, asegura que existen graves problemas de estabilidad en la ladera izquierda y, por tanto, la elevación de la cota del embalse aumentará el riesgo existente, dado que podría desencadenar un fenómeno sísmico inducido», señala con gran preocupación el miembro de la plataforma Pablo Zia. Además, el propio Casas recuerda que históricamente en la zona del Canal de Berdún se ha producido una actividad sísmica a tener en cuenta. «La zona próxima al embalse de Yesa es un área de cierta importancia sísmica. En 1372 se registró un temblor de tierra con intensidad IV, y en 1923 se desató una crisis sísmica, que produjo varios terremotos cuyos epicentros se alcanzaron en la localidad de Martes. Por tanto, si alguna vez se ocasionara un temblor parecido a éstos con el pantano recrecido, el estribo izquierdo, que se encuentra en unas condiciones de equilibrio inestable, podría moverse y desencadenar una catástrofe de consecuencias impensables», alerta el geólogo de la Universidad de Zaragoza en un informe acerca de la situación del embalse.

No obstante, el informe de Casas no ha sido el único que ha alertado sobre lo arriesgado que sería llevar a cabo la obra de recrecimiento del embalse. El ya fallecido ingeniero que construyó el pantano, René Petit, también alertó en su día de que no debía modificarse nada en el embalse, y aseguró que una posible obra de recrecimiento le daba «mucho miedo» porque resultaría imposible garantizar la seguridad de tal obra.

Por tanto, la incertidumbre de los vecinos está totalmente justificada, más si cabe teniendo en cuenta los incidentes que están sucediendo desde que comezaran las obras para ampliar el pantano. En agosto de 2006 se produjo un deslizamiento de 3,5 millones de metros cúbicos de la ladera izquierda del embalse, que fue ocultado durante más de siete meses por la Confederación Hidrográfica de Aragón. Se produjo una enorme grieta de cientos de metros de longitud y cinco de anchura justo encima de un vertedero de más de 300.000 metros cúbicos. Entonces, el Ministerio de Medio Ambiente decidió ampliar la investigación geológica y geotécnica en el pantano, pero siguieron adelante con las obras. Además, el pasado 6 de octubre una parte del camino de obras que pasa por encima del vertedero mencionado se deslizó hacia el pantano.

Pero no sólo la ladera izquierda presenta claros síntomas de inestabilidad, sino que en el estribo de la ladera derecha también se han producido grandes fitraciones que la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) ha tenido que tapar. «Se estima que el 20% del presupuesto de la obra se ha invertido en tapar las filtraciones de la ladera derecha», denuncia Zia, que critica la pasividad y la dejadez del Gobierno de Nafarroa y la CHE por no haber preparado un plan de emergencia pese a que era obligatorio desde hace 11 años. La Directriz Básica de Protección Civil fijó en 1996 que todos los embalses del Estado en fase de explotación debían tener preparado un plan de emergencia de evacuación en caso de accidente.

Lógicamente, el Gobierno navarro, la CHE y las entidades locales eran las que debían encargarse de planificarlo y trabajar conjuntamente con los Bomberos y la Policía Foral. Sin embargo, a día de hoy todavía no se ha organizado nada, y Zangoza se encuentra sin ningún plan de emergencia para la población. «Es algo intolerable», censura Zia.

Más de 1.000 firmas recogidas

La plataforma ciudadana, que se define como plural e independiente, está llevando a cabo varias iniciativas para aunar fuerzas y plantear sus reivindicaciones ante las instituciones públicas. Actualmente se hallan inmersos en la ardua tarea de informar a los vecinos sobre el peligro que representa para la ciudad la obra de recrecimiento del pantano, además de concienciar a la ciudadanía de que es fundamental establecer una nueva cultura del agua y fomentar otro tipo de política hidrográfica más sostenible. De momento se han recogido más de mil firmas exigiendo la paralización de las obras en el pantano. «La mayoría de los vecinos viven con cierta intranquilidad todo lo que está aconteciendo en los últimos años en torno a las obras de recremiento. Nuestra labor es la de concienciar a la gente de que esta obra es completamente innecesaria y no tiene razón de ser, e intentamos hacer ver a los ciudadanos que existen otras alternativas que provocarían un menor impacto social y medioambiental», apunta el también miembro de la plataforma José Luis Lizarraga.

De hecho, la plataforma popular ya ha llevado a cabo varias movilizaciones que han sido secundadas por buena parte de la población. Por ejemplo, en una charla ofrecida en la Casa de Cultura se reunieron más de 100 vecinos. De todos modos, los miembros de la iniciativa siguen intentando aunar fuerzas para que sus reivindicaciones sean tenidas en consideración por las instituciones. «La puerta de nuestra sede está abierta a todas las personas que no estén de acuerdo con las obras de elevación de la cota del embalse. Al fin y al cabo, es fundamental la colaboración de todos para hacer ver a los responsables de la obra que a veces es necesario razonar un poco y hacer las cosas bien», añade Lizarraga.

De hecho, miembros de la plataforma han concertado una cita con representantes de todos los grupos que conforman el Ayuntamiento de Zangoza para el próximo jueves. «Nosotros les hemos enviado un comunicado emplazándoles a acudir a la reunión para que se posicionen en un sentido u otro. De ese modo conoceremos cuál es el posicionamiento de cada grupo político ante esta problemática. No obstante, queremos remarcar que nosotros no vamos de la mano de ningún partido político concreto, ya que somos un grupo vecinal muy plural y que agrupa diversas sensibilidades», subraya el miembro del colectivo, que no quiere que la opinión pública crea que la iniciativa nace bajo el cobijo de unas siglas.

Buena prueba de ello es que el grupo no fuera de la mano con Izquierda Unida de Navarra cuando este partido llevó hasta el Parlamento una moción que abogaba por la necesidad de paralizar las obras de recreci- miento del pantano. El texto, que finalmente fue rechazado, argumentaba que las obras deben paralizarse inmediatamente por el riesgo que acarrea para los vecinos. «A pesar de que estamos completamente de acuerdo con IUN en que hay que paralizar la obra de inmediato, creemos que existen más motivos para no aumentar el pantano además del riesgo que supone para los pueblos situados aguas abajo», explica Zia.

Afecciones sociales y medioambientales

Según incide el miembro de la plataforma vecinal, hay que tener muy en cuenta las afecciones sociales y medioambientales que traería consigo el recrecimiento. «Además del riesgo que supone para la ciudad, también hay que valorar el impacto social, medioambiental e incluso económico que generaría el recrecimiento. En la realización de la obra se están despilfarrando millones de euros de fondos públicos, y mucha gente no es consciente de ello. El problema de fondo son las desorbitadas cantidades de agua que se malgastan a diario; por tanto, es inconcedible pedir más agua cuando la estamos desperdiciando todos los días. Es fundamental inculcar a la gente una nueva cultura del agua», añade.

Precisamente un informe elaborado por la Fundación Nueva Cultura del Agua en torno a la obra de recrecimiento de Esa propone una opción alternativa al recrecimiento que ofrezca una garantía de suministros a los requerimientos agrarios de las Bardenas. «La alternativa está basada en la regulación en tránsito, que llevaría a cabo mediante la construcción de pequeños embalses laterales en el propio sistema de las Bardenas. No obstante, es la característica de la modularidad lo que dota a esta alternativa de una importante ventaja económica, ya que al poder ir construyendo los embalses a medida que se vayan aumentando las hectáreas de regadio se evitaría el fuerte desembolso inicial que fue necesario para acometer el recrecimiento de Yesa», detalla el informe.

Afinidad con Río Aragón

La asociación Río Aragón es un colectivo formado por los vecinos aragoneses que viven aguas arriba del pantano, y que también exigen la inmediata paralización de las obras. Los miembros de Iniciativa Ciudadana Yesa No, Vida Sí afirman que su objetivo es el mismo que el de esta asociación, pero que el recrecimiento les afecta de manera distinta. «La asocación Río Aragón ha sido nuestra referencia para crear esta plataforma, ya que ellos llevan ya muchos años luchando para lograr la paralización de las obras de ampliación del pantano. No obstante, hay que remarcar que somos dos colectivos completamente distintos e independientes entre sí», matiza Zia, quien seña- la que la situación geógrafica respecto al embalse de Esa entre las localidades aragonesas y la de Zangoza es muy distinta.

«La situación de las localidades aragonesas situadas aguas arriba del embalse y la nuestra son diametralmente opuestas; a ellos les van a arruinar la vida al inundarles los campos que trabajan, mientras que a nuestra localidad la sitúan en grave peligro de sufrir un catástrofe sin precedentes», concluye el miembro de la plataforma.

Cualquiera de los rebosamientos de las presas supondría que Zangoza quedase destruida

Como afirma alarmado Pablo Zia, miembro de la plataforma vecinal de Zangoza, ésta es «la única ciudad del mundo que sufre la amenaza del posible desbordamiento de dos pantanos». Y no es para menos, ya que tanto en el caso de Itoitz como en el de Esa se han presentado informes geológicos y geótecnicos, así como estudios de sismicidad, en los que se ve seriamente comprometida la integridad de ambos pantanos. En lo que se refiere a Itoitz, este año ya se han producido más de 900 temblores de tierra en la zona. A. V. M.

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