El uso del euskara se incrementó sólo del 13,8% al 14,2% en el último lustro
Las dos primeras ediciones de la encuesta de uso del euskara permitieron constatar que entre 1989 y 1993 su utilización crecía 1,2 puntos; desde el 10,8 al 12. Sin embargo, esta tendencia al alza se va ralentizando de forma clara. Entre 2001 y 2006 sólo creció desde el 13,8 al 14,2, lo que supone el menor incremento constatado en estos diecisiete años de investigaciones.
Ramón SOLA |
La quinta medición de la utilización del euskara en las conversaciones en Euskal Herria constata y reafirma la tendencia que se apreció cinco años antes, en el estudio realizado en 2001: el uso de la lengua nacional aumenta, pero cada vez menos. En este lustro únicamente ha pasado de suponer el 13,8% al 14,2%, lo que confirma una ralentización preocupante.
En esta ocasión, esta macromuestra de gran fiabilidad -al basarse en la observación directa de la lengua empleada en las calles de Euskal Herria y recoger muestras por edades, sexos y comarcas- ha sido elaborada por Soziolinguistika Klusterra, creado en 2004 y que tiene como socios a 17 organismos y 114 personas. Se llevó a cabo durante 2006, cinco años después de la edición anterior, y el adelanto de sus resultados se presentó ayer en Donostia.
El dato central es ese 14,2, que refleja el tanto por ciento de utilización del euskara en el total de las conversaciones. Supone un incremento de cuatro décimas respecto al 13,8 de 2001. Pero a la vez constituye la menor subida desde que se empezó a realizar esta muestra, en 1989. Entonces la cota se situaba en el 10,8; de ahí a 1993 subió un punto y dos décimas, pasando al 12; en los cuatro años siguientes, creció casi lo mismo hasta situarse en el 13,1; pero entre 1997 y 2001 se constató el inicio de la ralentización, ya que el total sólo subió siete décimas (del 13,1 al 13,8). Ahora, esta tendencia al frenazo se apuntala al aumentar únicamente cuatro décimas, casi la mitad que durante el periodo anterior. Se trata, por tanto, del menor incremento en los diecisiete años de investigaciones sociolingüísticas.
Gipuzkoa tira del resto
El desglose por herrialdes refleja además que la evolución es muy desigual. Así, es Gipuzkoa la que tira con claridad del total; en este herrialde se pasa del 30 de hace cinco años al 33 actual. Por contra, en el resto de herrialdes la situación queda estabilizada y en el conjunto de Ipar Euskal Herria se constata que sigue el retroceso imparable (del 6 al 4,6 entre 2001 y 2006).
En cuanto a la diferenciación entre zonas rurales y urbanas, el estudio sirve para comprobar que el uso del euskara tiene una fuerza especial en los municipios de entre 10.000 y 25.000 habitantes (donde llega a alcanzar la cota del 26,9), seguido de los pueblos más pequeños. En las grandes ciudades, por contra, el porcentaje baja.
La V edición de esta muestra constata por tanto, según remarcaron ayer sus impulsores, que la utilización del euskara sigue siendo claramente «minoritaria» respecto a las lenguas castellana y francesa, «por lo que se deberá continuar haciendo esfuerzos y tomando medidas para que llegue a su nivel».
La curva de uso del euskara sigue en aumento desde el primer estudio de 1989, aunque cada vez se aproxime más a una recta. Desde ese año, la utilización de la lengua nacional ha crecido un total de 3,4 puntos.
Sin embargo, más de la mitad de esta subida se registró en los primeros ocho años de estudios, de 1989 a 1997. Después, el porcentaje de incremento está claramente en recesión, de modo que la curva ascendente ha pasado a ser casi una recta.
Los responsables de este análisis avanzado ayer (en breve se podrá acceder a más datos) destacaron de modo negativo el hecho de que la situación del euskara sea todavía «pobre» en términos de «fotografía fija». Sin embargo, matizaron que «mirándolo de forma dinámica, se advierte una tendencia esperanzadora, aunque todavía falta mucho para llegar a una situación digna».
Esta otra cara de la moneda se resume en un dato: el mayor incremento del uso del euskara se produce entre los niños y niñas, en que llega a la cota del 20,8%. En el tramo de adultos también crece, aunque sólo un punto, pasando al 12,3%. Y es en el de los más mayores en el que se produce una clara bajada; sólo el 10,6% de sus conversaciones son en euskara. R. S.
