CRÓNICA
La juventud toma Landako con el bocata en la mochila y las ideas muy claras
Bat, bi... hiru! No hizo falta pistoletazo de salida. Las puertas se abrieron a las diez de la mañana y diez minutos más tarde el recinto era ya un hervidero de curiosos, niños y jóvenes en su mayoría.
Karolina ALMAGIA
Con el inicio de la Feria del Libro y Disco llegaron también los primeros problemas de tráfico a Durango, pues la cantidad de vehículos y, sobre todo, de autocares escolares llegados de toda Euskal Herria dificultaron las cosas para entrar a la localidad. Ya dentro, todo marchó según lo previsto. Los chavales, de todas las edades, llenaron de ruido y risas las calles del gran pabellón. Muchos acudían con papel y boli, pues de vuelta en la ikastola tenían que elaborar un trabajo sobre lo visto y oído. «¿Eres tú el que ha hecho el discurso de apertura?», preguntaban unas chicas de Azkoitia, test en mano, a un muñeco de gomaespuma que se paseaba por los pasillos. «No, yo soy Ukan, el virus del euskara; el que va a hacer el discurso es Andoni Agirregomezkorta, el de `Vaya Semanita'».
Unos metros más allá, un grupo de críos llegados de la ikastola Begoñazpi de Bilbo enseñaba alborotado sus primeras adquisiciones a la profesora. «Les hemos dicho que miren mucho, pero que compren sólo una cosa. Nuestros alumnos, la verdad, demuestran mucha afición por la lectura, también en la ikastola, donde cogen regularmente los libros de la biblioteca. Y, por lo que estoy viendo, están comprando libros antes que discos, sobre todo novelas tipo `Kika super-sorgina'. Aunque también hay muchos que compran libros para los padres».
Las primeras aglomeraciones se notaban ante el stand de Zubia, donde se vendían como churros ejemplares de «Jara Bartzelonan», de la elgoibartarra Jasone Osoro. «Es el tercer libro protagonizado por Jara y, sin duda, tiene un éxito impresionante», señalaba Ainhoa Barrenetxea, sin apenas tiempo de saludar a los conocidos. Osoro, que acaba de ser madre, no ha confirmado de momento su asistencia a la Feria.
En la otra punta del pabellón, el rincón multimedia creaba colas. Niños de todas las alturas manejaban el ratón con la misma facilidad que un balón, inmersos en los videojuegos instalados en cuatro ordenadores. «Tenemos videojuegos didácticos y de ocio. Este año hay dos novedades: `Kaos mendiko sekretua', un juego para mayores de diez años, en tres dimensiones y realizado en una tecnología muy moderna, y `Armix basomagikoan', para niños de 5 a 7 años, que mezcla la aventura con los ejercicios didácticos», describía Danel Etxebarrieta mientras atendía a un pequeño usuario. «La verdad es que no tenemos ni que explicarles cómo funcionan».
También la venta de discos funcionó bien ayer por la mañana. En el stand de Gor, por ejemplo, despachaban discos kañeros con fluidez: Su Ta Gar, Zea Mays, Deabruak Teilatuetan, Katamalo... «Yo recomiendo a la gente que venga los últimos días, que los primeros hay mucho jaleo -decía Patxi Goñi-. Este año podemos decir que es el del CD+DVD, ya que muchos grupos han sacad0 el paquete completo para incentivar la compra. En Durango se vende porque es un buen momento para hacer las compras de Navidad y hoy día los discos sólo se compran por militancia o para regalar».
Otro producto de gran tirón entre los chavales es el cómic. Los del Tmeo se las ven cada año para convencer a los pequeños clientes de que su fanzine no es apto para niños. Y es que las explosivas portadas de Mauro Entrialgo y Santi Orue son como un imán también para ellos.
Para cómic infantil, el stand de Saure -editorial que desde Legutiano dirige el francés Jean-François Sauré-, donde se exponen maravillosos álbumes. «Cada año, el cómic tiene más presencia en esta feria. Nosotros tenemos ya 25 tebeos en euskara, muchos escritos originalmente en esta lengua». Aunque los tebeos de «Pirata» se siguen vendiendo muy bien, el producto estrella de este año en este puesto es «Numenak», unas historietas creadas por Unai Busturia y Julen Ribas basadas en la mitología vasca.
Mientras unos curioseaban y compraban, otros preferían tomar el fresco o comer el bocata en el exterior, donde el DJ Oleaktiff pinchaba música. A escasos metros de allí, los más pequeños hacían una excursión al interior del txoko infantil, donde podían hojear con tranquilidad una buena muestra de libros. En este espacio, que este año está instalado a la izquierda de la entrada principal, más cerca de las calles de literatura infantil, se pueden hacer también manualidades y hay organizados juegos y concursos diarios. Y reciben visitas ilustres, como la que ayer por la tarde efectuó Miren Agur Meabe, reciente Premio Euskadi de Literatura Infantil.
Hoy, día grande
La Feria espera hoy la primera avalancha de gente. Los editores la desean, pero también la temen, porque saben que demasiado público tampoco facilita las compras. En el stand de la editorial navarra Pamiela, Iñaki Zabaleta aseguraba enfrentarse a esta nueva edición «con muchas ganas, como todos los años. Teniendo en cuenta el sitio desde el que venimos, tanto desde el punto de vista geográfico como social y político, estar en Durango es importante para nosotros. Lo es económicamente, pero sobre todo lo es porque nos permite mantener una relación con nuestros lectores». Tras 25 años en la edición, Pamiela cuenta con un nutrido fondo de títulos. «Nos interesa vender las novedades, pero es una alegría ver cómo nos siguen pidiendo libros de hace quince y veinte años».