En estos tiempos en que las malas condiciones de trabajo se cobran vidas, la tendencia general pasa por centrarse en la prevención de los riesgos laborales con mayor incidencia en la siniestralidad laboral. También las reivindicaciones sobre tiempos de descanso y la importancia de un buen ambiente de trabajo han cobrado fuerza. Sin embargo, cuestiones como la alimentación, que representan un pilar básico para la salud, pasan en demasiadas ocasiones desapercibidos.

Basta un repaso por nuestra realidad más cercana para comprobar que son muchos los trabajos en los que no se respeta el derecho del empleado a tener un tiempo libre en la mitad de la jornada laboral para poder comer de manera adecuada. De hecho, aun cuando se respeta es un espacio tan breve de tiempo que no es suficiente para ingerir y digerir los alimentos de forma adecuada.

Más eficiente

Los expertos señalan que además de importante para un buen funcionamiento del organismo, la alimentación también incide en el trabajo. Quien está bien alimentado trabaja de forma mucho más eficiente, aseguran tajantes.

Pero ¿qué es un buen menú laboral? Siguiendo las recomendaciones de Juan Goiria, vicepresidente de la Academia de Ciencias Médicas y coordinador del servicio de Prevención del Ayuntamiento de Bilbo, un buen menú para rendir más y mejor en el trabajo, tendría pasta y una ensalada de verduras como primer plato. Pescado blanco o carne a la plancha, serían a su vez el segundo plato más indicado, y de postre, una pieza de fruta, un yogur o un trozo de queso.

El agua ayuda

Además, los expertos en salud destacan que el consumo de agua contribuye a trabajar más a gusto. Resaltan que es un elemento puro y equilibrado y destacan que además de reconfortar e hidratar, no contiene excitantes, renueva energías y ayuda a eliminar toxinas.

Ahora que el tabaco es historia en los centros de trabajo, quienes han dejado la adicción deben tener en cuenta que beber agua ayuda a combatir el síndrome sin tabaco.