La Asamblea Constituyente aprueba la nueva Carta Magna de Bolivia
Pese al rechazo del principal partido de la oposición, la Asamblea Constituyente aprobó la nueva Constitución Política del Estado, promovida por el presidente Evo Morales. En su primer artículo, define a Bolivia como un «Estado Unitario Social de Derecho Plurinacional Comunitario, libre, autonómico y descentralizado, independiente, soberano e intercultural», que se sustenta en el «pluralismo político, económico, jurídico, cultural y lingüístico».
GARA |
La Asamblea Constituyente de Bolivia aprobó ayer el proyecto de reforma constitucional del presidente Evo Morales. Tras más de trece horas de sesión ininterrumpida en una instalación universitaria de la ciudad andina de Oruro, el documento fue votado, artículo por artículo, y aprobado por más de dos tercios de los 164 asambleístas presentes en la votación, boicoteada por el principal partido de la oposición, el Poder Democrático Social (Podemos).
La nueva Constitución Política del Estado (CPE) da más poder a los indígenas y refuerza la unidad de Bolivia, así como la línea nacionalizadora del Gobierno.
En lo que se refiere a la elección de los cargos de presidente y vicepresidente, establece que la Presidencia y la Vicepresidencia serán obtenidas por aquellas candidaturas que hayan reunido el 50% más uno de los votos válidos, o bien que haya obtenido un mínimo del 40% y tengan un 10% de ventaja sobre la segunda candidatura más votada. Asimismo, el periodo de mandato será de cinco años y podrán ser reelegidos de manera continua por una sola vez.
El texto constitucional incluye la revocatoria del mandato presidencial. En ese caso, el presidente cesará de inmediato en sus funciones, debiendo cumplir la Presidencia la persona que ejerza la Vicepresidencia, que convocará elecciones presidenciales en el plazo de 90 días.
El Congreso Nacional pasará a llamarse Asamblea Legislativa Plurinacional, formada por la Cámara de Diputados y la de Representantes Departamentales.
El proceso de votación ha sufrido constantes retrasos ante las protestas de la oposición. Las más violentas se registraron en agosto en Sucre, que reclama las sedes del Ejecutivo y Legislativo.
Morales ha tenido que hacer frente al rechazo del conservador Podemos. El senador Luis Vásquez Villamor dijo que la CPE «es simplemente un papel escrito que no tendrá la posibilidad de integrar al país». Tildó de «equivocación» la sesión plenaria de ayer porque «no se incluyó a los asambleístas de Podemos» que se habían abstenido de participar en este proceso.
Pese a todo, la Asamblea Constituyente logró finalizar la votación sobre las 10.00. En la primera parte y para dejar bien sentadas las bases, aprobó el primer artículo de la Constitución por el que «Bolivia se constituye en un Estado Unitario Social de Derecho Plurinacional Comunitario, libre, autonómico y descentralizado, independiente, soberano, democrático e intercultural. Se funda en la pluralidad y el pluralismo político, económico, jurídico, cultural y lingüístico, dentro del proceso integrador del país». Después, dio paso al debate y aprobación, en muchos casos por unanimidad, del resto de artículos. En líneas generales, la Carta Magna, que ahora deberá ser refrendada, otorga más poder a los indígenas, refuerza la unidad de Bolivia y la línea nacionalizadora del Gobierno, incluye nuevas regulaciones sobre los medios de comunicación y consolida la reforma de la ley agraria.
«Es una gran alegría para mí y para el movimiento obrero y campesino», afirmó el presidente Evo Morales al conocer el resultado de la votación de la Asamblea Constituyente. Subrayó que este proyecto no es exclusivo de su partido, el Movimiento al Socialismo (MAS), sino que representa a todas las fuerzas políticas y a los nueve departamentos bolivianos.
Morales volvió a denunciar la existencia de un «complot internacional para frustrar el proceso de cambio que impulsa el Gobierno». En este sentido, acusó a sectores conservadores afines a las elites de la derecha boliviana de «explotar cualquier pretexto, como la satanización» de la cooperación solidaria venezolana. «Hay una agresión internacional a este proceso de cambio, hay una agresión del imperio contra la democracia», afirmó en un acto celebrado en el Trópico de Cochabamba.
En este contexto, las Fuerzas Armadas expresaron su pleno respaldo a este proceso de transformación y responsabilizaron de la violencia generada en el país a quienes promueven «desde sus feudos» actos de desestabilización. «Estamos al borde de una revolución, no una violenta sino social y silenciosa», subrayó el comandante general de las FFAA, Wilfredo Vargas.
«Aunque nos traten de cobardes los que siempre pretenden conducirnos fuera de la norma constitucional, no podrán. Estos malos ciudadanos son de verdad cobardes porque convocan la violencia y al descontento a organizaciones y grupos de baja convicción y escaso conocimiento patriótico», resaltó.