Durante sus primeros meses de mandato García Macua se ha congratulado de haber reducido sustancialmente el número de invitaciones para asistir a San Mamés. Una medida que en sí no es mala, para nada, pero que sin duda se podría extender al palco. Que dos cargos públicos que no han tenido empacho alguno en insultar públicamente a los jugadores del club se sienten en palco es discutible, pero puede ser «justificable» por la cantidad de vizcainos y bilbainos que les han votado o en calidad de ente patrocinador.

Ahora bien, lo que es absurdo es ver a madridistas confesos, como el actor Miguel Angel Muñoz (el de UPA Dance), en el palco de San Mamés. Habrá que preguntarse que filtros existen para las invitaciones a los rivales y que normas de respeto hacia el Athletic hay que aplicar. La que nos espera con los Palcos VIP.