El aspecto más novedoso de la rueda de prensa de Coleman es su receptividad a la hora de incorporar un delantero en el mercado de invierno tras ver que su equipo es el segundo menos realizador de la categoría, que sus delanteros no han marcado ningún gol en los ocho partidos disputados en Anoeta y que Skoubo sigue sin estar a su disposición. El técnico galés cambiaba así su discurso con respecto al de dos semanas antes, cuando se negaba a más incorporación que la de un jugador de banda izquierda para suplir a Vaughan. No se puede simplificar el problema goleador de la Real culpando a los delanteros y es lógico que un entrenador pida esos dos jugadores ante los problemas que ve en el aspecto ofensivo. Es perfectamente comprensible que un equipo como la Real busque un delantero mejor que Iñigo Díaz de Zerio y, sobre todo, que aporte las mayores carencias del equipo, velocidad arriba y gol. Pero lo que uno no entiende es la cantidad de recursos que ha presentado la pasada semana la Real para que Iñigo Díaz de Zerio pudiera jugar ayer y la forma en la que ha dejado de hacerlo cuando no sólo es con sus tres tantos el mejor goleador del equipo, sino que además es uno de los que más goles lleva en relación a los minutos jugados en esta categoría. Porque, aunque Iñaki Badiola anuncie el fichaje de un gran delantero, no es fácil para un equipo de Segunda fichar a un nueve mejor que el donostiarra y más complicado es pagarlo en la situación económica del club.