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Una plataforma reclama a la sanidad pública una moratoria

«Es gastar una millonada en dar una falsa sensación de seguridad»

 
Miguel Ángel Martínez, catedrático de medicina preventiva de la UN

Vicedecano de la Facultad de Medicina de la Universidad de Navarra, es uno de los casi 2.500 firmantes del manifiesto por una moratoria en la aplicación de esta vacuna contra el virus del papiloma humano.

¿Por qué argumentan que el binomio coste-beneficio de esta vacuna no justifica su financiación?

El principal problema es el coste de oportunidad. Se está realizando un desembolso económico a todas luces excesivo dentro de la jerarquía de prioridades en la salud pública. Hablamos de una enfermedad que en Navarra produce cuatro muertes al año; 591 en todo el Estado el año pasado. Es decir, no estamos ante un problema de tal magnitud como para gastarse más en esta vacuna que en todas las demás juntas. Por ejemplo, de cáncer de colon se mueren cada año 13.000 personas y hay mucho por hacer en su prevención que no se está haciendo.

Tampoco están ustedes muy de acuerdo con los argumentos epidemiológicos que dan las administraciones.

El problema es que hay hasta 18 tipos que causan cáncer de útero y con esta vacuna sólo se hace frente a dos de ellos. Se ha dicho que el 70% de los cánceres uterinos está provocado por estos dos virus oncogénicos frente a los que se vacuna, pero no es cierto en el Estado español, donde ese porcentaje baja al 58,5%. Es decir, no se vacuna frente a todos los tipos de virus y habrá mujeres vacunadas que adquieran el virus del papiloma humano de otro tipo. Pero hay otro problema y es que se sabe que, por la propia ecología de agentes virales, cuando tú suprimes la circulación de los predominantes, toman la delantera los demás, ocupan su nicho ecológico. Esto se ha visto con otras bacterias y otros virus. Es decir, no hay seguridad de que al vacunar a las mujeres frente a los virus 16 y 18, los que van en la vacuna, no vaya a haber un efecto indeseable y, en vez de reducir la incidencia del cáncer de cuello, lo que hagamos sea cambiar el agente. Hemos gastado una millonada en la vacuna, hemos dado una falsa sensación de seguridad y hemos conseguido que el cáncer se produzca por otro virus.

¿Pero esta vacuna previene el cáncer de cérvix o útero?

Eso no es verdad. Previene lesiones precancerosas, porque para ver si una vacuna previene el cáncer hay que esperar mucho tiempo y los ensayos han sido de tres o cinco años, pero no más allá, cuando estas niñas que son vacunadas ahora, si tuvieran cáncer, lo desarrollarían a los cuarenta o cincuenta años. Hay mucha incertidumbre.

J.V.

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