Portavoces políticos e institucionales comparecieron ayer ante los medios para valorar el contenido del último comunicado de ETA, en el que la organización armada vasca asume cinco acciones llevadas a cabo en los últimos meses, entre ellas la «ejecución de los miembros de los grupos especiales de la Guardia Civil Raúl Centeno y Fernando Trapero en el curso de un enfrentamiento armado», al tiempo que anuncia que «seguirá actuando contra todas las fuerzas y aparatos represivos del Estado español sea en el lugar que sea».

Una de las más madrugadoras fue la portavoz del Ejecutivo de Lakua, Miren Azkarate, quien calificó de «vileza» el escrito, y apuntó que ETA «no va a impedir hacer política ni que la sociedad sea consultada». En una intervención realizada en Donostia a tal efecto, Azkarate sostuvo que «el ciclo de ETA, de la violencia, ya se ha acabado», y señaló que «matar y asesinar van directamente en contra de hacer política y de que la sociedad sea consultada». «Nuestro futuro no está en vuestras manos, sino en las nuestras. Y por eso decimos no a ETA, no a la muerte y al asesinato, y sí a la sociedad y a la iniciativa política», agregó.

También desde el Ejecutivo autonómico, el titular de Interior, Javier Balza, declaró que la Ertzaintza «no va a ceder un milímetro» en su actuación, y acusó a ETA de ser el «principal enemigo» del pueblo vasco. En un acto celebrado en Guardia en recuerdo del ertzaina muerto hace diez años por la organización armada Txema Agirre, el consejero de Lakua señaló que la función de la Policía autonómica es ponerse «enfrente de esta organización terrorista».

«Bestia negra»

Por parte del Gobierno español, el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, manifestó que la respuesta al comunicado de ETA debe consistir en «detener a los que forman parte de esa organización y a quienes los apoyan, para ponerles a disposición de los jueces y que estos los envíen a la cárcel». En el texto remitido a GARA, la organización armada se refería de forma expresa a Rubalcaba, recordando su declarada intención de detener a un importante número de militantes abertzales y echándole en cara su relación con «la guerra sucia» durante el Gobierno de Felipe González.

A este respecto, el ministro español declaró que «he visto que me han convertido en la bestia negra de ETA; eso no me preocupa lo más mínimo».

El día en que se despedía de los afiliados de su partido, Begoña Errazti hizo también mención del escrito remitido por ETA, al que mostró su «total rechazo», y declaró que «no hay ninguna novedad con respecto a la existencia de una organización terrorista en seguir amenazando con el asesinato, el chantaje, el miedo y el sufrimiento de nuestro pueblo». «Desgraciadamente continúan en su empecinamiento de destruir vidas y, desde luego, lo que está claro es que ese empecinamiento destruye las ansias de paz de nuestro pueblo» valoró la ya ex presidenta de EA, para agregar que «si ETA mata, lo hace contra la nación vasca».

Desde los partidos que conforman el tripartito, también se expresó el portavoz de EB, Mikel Arana, quien ligó el comunicado de ETA con la actuación del Gobierno español contra el independentismo vasco. Concretamente, Araba afirmó que la organización armada «parece interesada en dar argumentos a la Fiscalía del Estado y a la Audiencia Nacional para acelerar el proceso de ilegalización de ANV y EHAK». «Una vez más, la banda reitera su apuesta por la violencia en una huída hacia adelante que sólo busca generar dolor y sufrimiento», manifestó el dirigente de EB.

Por su parte, Jon Abril, vicecoordinador de Aralar, declaró que «no se pueden permitir injerencias de organizaciones armadas a la hora de establecer la dirección de decisiones políticas». En una nota de prensa, Abril apuntó que «la defensa de todos los derechos humanos sin excepción legitima la lucha de todos los derechos políticos, y la defensa de todos los derechos políticos es necesaria para la defensa de todos los derechos humanos».

Desde el partido que gobierna en Madrid, Rodolfo Ares afirmó que ETA «se encontrará con la unidad de acción de los Gobiernos de Francia y España para combatirles con eficacia desde la máxima colaboración». El secretario de Organización del PSE agregó que «los ciudadanos deben estar seguros de que los terroristas pagarán por sus crímenes», y transmitió su apoyo a las FSE, para que «sigan actuando con profesionalidad».

El secretario general del PSN, Carlos Chivite, por su parte, sostuvo que ETA «tiene los días contados». En un acto de partido celebrado en Altsasu, el líder del PSN declaró que se va a actuar contra la organización armada «activamente con los instrumentos del Estado de Derecho», para señalar que ETA puede «reaccionar violentamente», pero «aguantaremos, porque les vamos a vencer».

Por parte de UPN, partido que ha firmado hace apenas unos días un acuerdo presupuestario con la formación de Chivite, Alberto Catalán expresó su «apoyo y respaldo incondicional» a las FSE, por su «brillantísima labor». Para el secretario general de UPN, «la aplicación de la ley para derrotar el terrorismo es el único camino que va a permitir que este país pueda vivir en plena libertad».

Esta esta misma línea, el portavoz del PP en el Parlamento de Gasteiz, Leopoldo Barreda, pidió «unidad democrática para derrotar a ETA todos los días, no un día sí y otro no». «Darles esperanza de cualquier otra cosa no es más que un error que aplaza el final de ETA y el ejercicio de la libertad en el País Vasco», agregó Barreda en una nota de prensa.

En su comunicado, ETA acusó al Gobierno español de apostar por la «represión salvaje», y apuntó que el Ejecutivo del PSOE ha iniciado «en todos los frentes», una serie de operaciones que «tienen por objetivo la detención, la tortura y el intento de asesinato de los militantes independentistas vascos que luchan y trabajan por la creación del Estado de Euskal Herria».

«De forma directa»

Respecto a los hechos de Capbreton, ETA recuerda en su escrito que en el transcurso del proceso negociador dio cuenta «de forma directa» ante las delegaciones del Gobierno español y los mediadores internacionales que había detectado «actuaciones del terrorismo de Estado contra militantes vascos» y que «ante esos intentos» advirtió de que respondería.

«Hemos visto a la Guardia Civil de España a la caza de los gudaris vascos y ha ocurrido lo que estaba anunciado hace tiempo: el 1 de diciembre en Capbreton, ETA ha respondido ante la incesante presión de las fuerzas armadas de España contra los militantes vascos», afirma la organización armada.

Asimismo, hace un análisis de las reacciones habidas tras el tiroteo, y en referencia a los medios españoles, opina que «se han embarcado en una carrera» en la que se dedican a «mentir y confundir. Siguiendo órdenes de los dirigentes políticos y por medio de acusaciones falsas, parece que no tien otro objetivo que engañar a la sociedad».

Añade que esos medios están demostrando que «saben manejar la información, pero sólo la interesada, la que se cocina en los despachos de los cargos gubernamentales».