La demostración de fuerza realizada ayer por Hamas en la ciudad de Gaza fue la respuesta del movimiento islámico a los que, desde Al Fatah, hablaban de la debilidad de Hamas. En la gigantesca concentración organizada para conmemorar el XX aniversario de la creación del Movimiento de Resistencia Islámica intervino el primer ministro del Gobierno palestino que gobierna la franja de Gaza, Ismail Haniyeh, y el jefe de Hamas en el exilio Haled Meshal .

Haniyeh afirmó, dirigiéndose a Israel, que «a aquellos que quieren golpear al movimiento de resistencia sus ilusiones no les servirán de nada».

Meshal, que dio un discurso televisado desde el exilio de Siria, manifestó que «nuestro pueblo aún tiene fuerza para lanzar una tercera o una cuarta intifada, hasta la llegada de la victoria».

El movimiento islámico fue creado el 15 de diciembre de 1987, poco después de estallar la Primera Intifada, sobre los principios del Islam y por inspiración del parapléjico jeque Ahmed Yasín, a quien Israel mató en 2004 en un brutal bombardeo aéreo.

Ayer, rodeados por una ola verde, color del movimiento islámico, los dirigentes de Hamas alentaron a los palestinos a resistir los embates de Israel, que mantiene un duro asedio contra la franja, aunque en opinión de Haniyeh, el régimen israelí no ha conseguido sus objetivos.

Haniyeh declaró que Hamas no aceptará ninguna exigencia de Abbas para hablar de conciliación, y le instó al diálogo de forma incondicional.

La multitudinaria concentración comenzó en las mezquitas a mediodía, tras lo cual las masas fluyeron por las calles de Gaza, a donde miles y miles de palestinos llegaron desde distintos puntos de la franja.

Mushier al-Massri, diputado del movimiento islamista, indicó que Hamas «protegerá sus principios más que a sus propios hijos» porque «ganamos el poder por deseo del pueblo, en medio de una conspiración por parte de miembros de la familia (en alusión a Al-Fatah), y extranjeros para silenciar este proyecto y a la resistencia».

Uno de esos principios es, según Haniye, el derecho de retorno para los refugiados palestinos, a quienes prometió que en el futuro volverán a sus casas.

En Cisjordania, entretanto, policías leales a Abbas detenían a 26 seguidores de Hamas.