CRÓNICA | SALUD LABORAL
La prevención de riesgos laborales empeora en el conjunto de la UE
El director de la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo dijo en Bilbo que todavía muchos trabajadores de la UE señalan que realizan su actividad laboral en condiciones de riesgo y falta de seguridad. Otros datos de Dinamarca, Gran Bretaña y Euskal Herria muestran que la prevención sigue sin ser una prioridad en las empresas.
Juanjo BASTERRA
Diferentes informaciones y aportaciones de expertos en materia de seguridad y salud en el trabajo en el conjunto de la Unión Europea están llamando la atención ante el empeoramiento de los sistemas de prevención de riesgos y la reducción de control sobre las enfermedades profesionales.
Este debilitamiento de la actividad preventiva tiene su origen en que los empresarios están haciendo dejación de su responsabilidad en la adopción de medidas que velen por la salud en los puestos de trabajo.
Existen varios ejemplos que muestran esta dejación. En Dinamarca se han conocido las últimas estadísticas sobre el número de accidentes ocupa- cionales. Muestran, por tercer año consecutivo, que han aumentado. Fueron 62 accidentes mortales ligados a la ocupación laboral. No están incluídos los accidente en el trayecto al trabajo y aún así es el nivel más elevado de los últimos seis años.
Si comparamos esta situación con Euskal Herria y el Estado español nos da qué pensar, ya que según el Ministerio español de Trabajo y Asuntos Sociales se han producido 846 accidentes mortales, sin contar con los registrados in itinere en un año, de octubre de 2006 a setiembre de 2007. En Euskal Herria han fallecido 108 trabajadores en lo que llevamos de año. Bastante por encima que en Dinamarca, por ejemplo.
En Gran Bretaña, se ha conocido que 2,2 millones de personas han sufrido entre 2006 y 2007 enfermedades profesionales «causadas o agravadas» por su actividad profesional y se han producido 241 accidentes mortales, lo que unido a los 140.000 accidentes de trabajo, supone la pérdida de «más de 30 millones de jornadas de trabajo», según resalta la Comisión de Salud y Seguridad en el Trabajo.
El director de la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo, Jukka Takala, explicó en Bilbo la nueva estrategia comunitaria en materia de salud laboral. Recordó que «la última encuesta europea sobre condiciones laborales indica que muchos trabajadores siguen pensando que su trabajo pone en peligro su salud o su seguridad». Recomendó «proseguir y desarrollar los esfuerzos dirigidos a promover la salud y la seguridad».
En el mismo sentido del mensaje lanzado por Takala, ELA se concentró días atrás ante el Ayuntamiento de Basauri para exigir «medidas para luchar contra la siniestralidad laboral». En ese encuentro, los representantes de ELA recordaron que «la seguridad y la salud son materias que no preocupan ni a los empresarios ni a la Administración pública» y culparon a la temporalidad de estar «detrás de una parte muy importante de los siniestros laborales».
Sidenor
Por otro lado, los representantes de LAB en los comités de Elgeta, Gasteiz y Basauri han denunciado que el grupo siderúrgico, en manos de la brasileña Gerdau, ha traspasado las actuaciones sobre enfermedades comunes a la Mutua Midat Cyclops, «lo que significa que no sólo se va a ocupar de las bajas por accidentes, sino que se va a tomar parte muy interesada en las bajas por accidente no laboral y enfermedad común».
LAB señala que Sidenor ha vulnerado el convenio que rige en Azkoitia y Legazpia, porque «en esos textos figura que el tema de las bajas por contingencias comunes, serán competencia de la sanidad pública».
La central sindical recuerda que «las mutuas son asociaciones empresariales sin control sindical» y frente a ello, apuesta «por un sistema sanitario público fuerte y eficaz». Pero, además, LAB denuncia que esas entidades «rompen el sistema público sanitario que da cobertura a todos» y ese paso que ha dado Sidenor primará «la gestión de la salud desde un criterio económico por encima de la salud de los trabajadores».
Además, se ha conocido que el trabajo nocturno, que implica a un 20% de los trabajadores de los países desarrollados, se ha clasificado como «cancerígeno probable», según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Según un estudio realizado entre enfermeras y azafatas, el trabajo prolongado en el tiempo eleva las alteraciones biológicas y físicas y aumenta el riesgo de la aparición de cáncer. Se van a potenciar nuevos estudios para profundizar en esta materia.