El presidente sudafricano, Thabo Mbeki, pasó ayer al ataque contra su rival a liderar el Congreso Nacional Africano (ANC), Jacob Zuma, en la inauguración del congreso del partido que gobierna Sudáfrica y del que saldrá -seguramente hoy- el nuevo líder de la formación, que casi con seguridad será también el nuevo mandatario del país, ya que el ANC es ultra mayoritario desde las primeras elecciones democráticas de 1994.

Con esta cita, Mbeki y el vicepresidente del ANC, Zuma, enfilan la recta final de una dura campaña que ha causado la peor crisis interna en la historia del partido.

En su discurso ante más de 4.000 delegados, Mbeki hizo un repaso de sus últimos cinco años de mandato y habló de las nuevas políticas de partido que se deberán discutir en los próximos días. Pero en el centro del encuentro, eclipsando las otras cuestiones, se encuentra la sucesión o permanencia de Mbeki a la cabeza del ANC.

«Como las estructuras de liderazgo del ANC proporcionan la oportunidad de asumir posiciones de autoridad en el Gobierno, algunos individuos compiten para obtenerlas», señaló Mbeki. Sus declaraciones se interpretaron como una alusión a Zuma, el candidato mejor situado para desbancar a Mbeki.

Mbeki, que tomó el relevo a Nelson Mandela al frente del ANC en 1997 y fue elegido presidente de Sudáfrica en 1999, no puede aspirar a un nuevo mandato, pero aún así no quiere renunciar a presentarse de nuevo para seguir liderando el partido.

Esta 52 conferencia nacional, que concluirá el jueves, supone un paso decisivo que marcará el rumbo del país, ya que dará muchas pistas sobre quién puede ser el nuevo presidente de Sudáfrica, que será elegido en 2009.

Si los miembros del partido le renuevan la confianza, Mbeki tendrá más fácil ejercer su influencia en la elección del próximo candidato. Pero Zuma se convertirá en la persona con más apoyos para llegar a la Presidencia si se impone en las votaciones de esta semana, ya que habitualmente el líder del partido es quien representa al ANC en las elecciones. Algunos analistas no descartan un adelanto electoral si Mbeki es derrotado.

Jacob Zuma, un personaje polémico, cuenta con un amplio apoyo entre la comunidad económica, buenas alianzas políticas, y es muy querido entre las clases populares, que consideran que Mbeki, «con su espíritu capitalista, vuelve a los ricos más ricos, mientras nuestro pueblo vive en la pobreza».

Pese a haber sido llevado ante los tribunales por estar involucrado en casos de corrupción y abuso sexual, Zuma, que en junio de 2005 fue cesado como vicepresidente del país, siempre ha logrado eludir a la justicia.