A la aleación de acero que Neven Spahija está tratando de construir le volvió a faltar la consistencia suficiente para aguantar los momentos calientes del partido y terminó fundiéndose ante un Barcelona que se creció justo en esos instantes. Con siete elementos justos, -Jasaitis apenas contó- refugiándose en su versión más dura, el Baskonia le mantuvo el tipo y tuvo contra las cuerdas a un Barcelona con muchas más variantes, pero el cansancio, la falta de un especialista para los segundos finales y los fallos en los tiros libres le hicieron ceder ante los adversos condicionantes.

Aunque el partido fue mucho más que eso, Jaka Lakovic y Zoran Planinic pueden servir para resumir el encuentro. Y es que, en un choque en el que ninguno de los bases que hubo en pista dominó, el esloveno -tras un choque nefasto en ataque durante los tres primeros cuartos- fue el estilete que necesitó el Barcelona en los últimos minutos y la prórroga, mientras que el croata ni llegó a levantarse para tirar ni a provocar los tiros libres en los últimos seis segundos que el Baskonia tuvo para evitar una prórroga en la que se diluyó con un nefasto 9-0 de parcial en minuto y medio.

Sólido durante mucho tiempo

Pero aunque todo termine mediatizado por ese resultado final que provoca la tercera derrota consecutiva en ACB, algo muy poco habitual, la lectura del partido no puede ser únicamente negativa, ya que el Baskonia dio la cara y tuteó, muy mermado por la falta de efectivos, a todo un Barcelona que ha ganado los once encuentros jugados esta temporada en el Palau entre liga y Euroliga.

El acierto desde 6,25 de Teletovic y Mickeal -otra vez el mejor baskonista- permitió a los de Spahija comenzar por delante en el marcador (4-11), aunque pronto cerraron las líneas los de Ivanovic y lograron terminar el primer cuarto con una ligera ventaja de tres puntos gracias a la labor de dos de sus hombres de perímetro, Acker y Basile, que cubrían a un desconocido Jaka Lakovic que, como Macijauskas el jueves, estaba magníficamente secado por Vidal.

Los interiores tomaron el relevo en el Barcelona y fue cuando en el Baskonia Tiago Splitter comenzó a ver aro cuando volvió la igualdad al marcador. La desventaja volvió a ser de tres puntos en el descanso, pero a partir de ese instante comenzó a verse al mejor Tau en el Palau.

Otra vez en el tercer cuarto, el Baskonia apostó por su juego más físico y, aprovechando que Kasun estaba fuera por tres faltas, cerró su aro mientras y Mickeal y Splitter se convirtieron en una pesadilla para la defensa catalana. Con buenos aportes de Sergi Vidal -7 puntos consecutivos del de Badalona- el Tau consiguió su máxima ventaja (42-49, m.27).

La grieta que Kasun encontró en McDonald fue la vía utilizada por el Barcelona para igualar la contienda ya dentro del último cuarto. Aunque el ataque se espesó mucho, Splitter y Mickeal sostenían al Baskonia, pero en los momentos calientes Lakovic sí tuvo la determinación necesaria y sentenció con un 10-0 de parcial con los que provocó y sentenció la prórroga.