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Un error deja sin premio al fútbol

Los de Ziganda llevaron casi todo el dominio del partido ante los líderes, pero no supieron traducirlo en ocasiones claras y menos todavía transformar esas oportunidades en algún gol que hubiera dado opciones a puntuar en un campo hasta ahora inexpugnable

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REAL MADRID 2

OSASUNA 0

Natxo MATXIN | IRUÑEA

Osasuna no pudo amargar la celebración del sesenta aniversario del Bernabéu ni ponerle en un brete al Real Madrid ante el clásico de este próximo fin de semana, pero sí que dio una imagen muy satisfactoria, pese a las numerosas bajas, aunque le faltó el veneno del que suele hablar su técnico en los últimos metros.

La falta de pegada de que carecieron los rojillos la tuvo elevada a la enésima potencia su rival, que se vio además favorecido por un error garrafal de los navarros en una jugada a balón parado. Sin goles no hay puntos y practicar buen fútbol no basta para ascender puestos en la clasificación, donde ya están empatados con el último puesto del descenso.

Osasuna saltó sin ningún complejo al maltrecho césped del Bernabéu y, el mundo al revés, le demostró al líder en su propio campo y durante los primeros cuarenta y cinco minutos que sabe jugar mejor al fútbol que los merengues. Sólo un error de bulto en la única falta con peligro que botaron los de Schuster evitó que los rojillos al menos mantuvieran la igualada hasta el descanso.

Hubiera sido un suicidio que con los futbolistas con los que tuvo que conformar Ziganda el once inicial el equipo se hubiera echado atrás en una defensa a ultranza, por lo que optó por sacar todo el provecho a la calidad de los hombres de la medular.

El peligro navarro llegaba sobre todo por la izquierda con un incisivo Vela, que volvió loco a Ramos -caño incluido al andaluz-, gracias al mayor dominio de los de Ziganda en el medio del campo. Era Osasuna quien llevaba todo el peso del juego, pero su autoridad moría en el borde del área madridista, donde los centrocampistas más ofensivos no conseguían conectar con Dady.

La mayor amenaza rojilla llegaba en las jugadas de estrategia. Hasta en dos ocasiones Miguel Flaño consiguió conectar de cabeza, pero en la primera estaba demasiado escorado y su toque con la testa se paseó por la línea de gol sin que hubiera nadie para remachar el esférico, y en la siguiente, se encontró prácticamente con el balón y no consiguió conectar con criterio hacia el marco de Casillas.

Ni siquiera el gol del tulipán Van Nistelrooy, tras clamoroso fallo en la marca, varió un ápice la insultante posesión de los visitantes, que continuaron acariciando el esférico, si bien carecieron de mordiente en los metros decisivos.

Más de lo mismo

No se le perdió la cara al partido en la reanudación, aunque el Real Madrid apretó más, aprovechó mejor los huecos de un Osasuna que se fue más arriba a la búsqueda de un empate merecido. Sin embargo, el segundo periodo fue un calco del que le precedió. Los rojillos disponían del cuero, pero pecaban de inocencia en ataque, mientras los locales generaban claras ocasiones a la contra.

Robinho pudo firmar ya la sentencia en el primer cuarto de hora, pero Ricardo evitó que el brasileño marcara con sendos paradones. Mientras, Vela seguía siendo el más incisivo por parte rojilla, pero tampoco estuvo acertado a la hora de encarar puerta. Sus disparos fueron muy flojo y centrados, e incluso en alguna oportunidad abusó de individualista cuando tenía mejores opciones en alguno de sus compañeros.

El choque pudo dar un giro en el minuto 71 si Azpilikueta hubiera armado más rápido la pierna para empalar un disparo cuando se encontraba franco frente a Casillas. Al canterano pareció sorprenderle tener una opción tan clara y dio tiempo a la llegada de un defensor.

Cuatro minutos después volvió a cumplirse el guión. Un balón recuperado en medio campo por Robinho, que se fue de varios, propició que el esférico llegara triangulando hasta el borde del área, donde Sneijder volvió a demostrar su certero disparo. Josetxo pudo, al menos, maquillar el resultado a la salida de un corner, pero ayer estaba escrito en algún lado que Osasuna no estaba destinado a ver puerta.

«Vamos por buen camino, hay que confirmarlo con resultados»

José Angel Ziganda volvió a insistir en la misma línea argumental que lleva defendiendo desde la victoria en Riazor de que el equipo ha entrado en una buena línea. «Vamos por el buen camino, pero esto lo debemos confirmar con resultados». Por eso, el choque contra el Mallorca del próximo domingo «es una final que tenemos que sacarla adelante sí o sí».

Pese al buen fútbol que protagonizó su escuadra, el técnico rojillo sí que reconoció algo que vio todo el mundo, que le faltó pegada en los metros finales. «Sabíamos que ellos nos podían hacer goles, por eso mismo teníamos que intentar hacer más daño arriba. Ellos tienen jugadores que definen, que llegan al borde del área y se te ponen de corbata, pero nosotros debíamos haber sabido materializar las opciones que tuvimos».

También se refirió a la jugada clave del choque, el tanto al cuarto de hora de Van Nistelrooy. «El gol ha sido un grave error nuestro. Teníamos un equipo muy joven y quizá hemos pecado de inocentes», dijo.

En la misma línea, César Azpilikueta indicó que «nos ha condicionado» el «despiste defensivo» que hemos tenido. «Le hemos metido mucho ritmo al partido, hemos tenido el balón más que ellos, pero lo que deciden son los goles. Un detalle nos ha matado, son líderes y lo han demostrado, pero ahora lo que debemos hacer es corregir errores e ir a por el Mallorca», sentenció.

Igualmente, Jon Erize aseguró que Osasuna había «regalado» el 1-0, pese a lo cual el equipo «no se ha descompuesto». «Hemos tenido mucha posesión y llegada por banda, pero nos ha faltado pegada. Además, habíamos hablado durante toda la semana de que no debíamos hacer ninguna concesión y, en cambio, hemos cometido un error muy grave», concedió.

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