NBA Protagonistas
El impacto global no ha llegado a todas las franquicias de la liga
En esa liga que tan bien tratan de vender el comisionado David Stern y los suyos aún hay cinco equipos que prescinden de los servicios de jugadores naciones fuera de Estados Unidos. El discurso oficial es que simplemente es una casualidad, que ha ocurrido así
Izkander FERNÁNDEZ | BILBO
Cuando Boston Celtics drafteó al primer jugador negro de la historia en 1950, el dueño de la franquicia Walter Brown dijo: «No me importa un bledo de donde viene ni qué hace. Mi equipo se queda con Chuck Cooper de la universidad de Duquesne». El actual director de operaciones deportivas de los Celtics, Danny Ainge, sigue los pasos de Brown y asegura que lo único que busca es tener a los mejores jugadores para que ayuden a su equipo a ser el mejor equipo de la competición.
Y así es, con un récord de 19-2, los Celtics son el equipo más destacado de la NBA y una de las cinco franquicias que no posee ningún jugador no nacido en EEUU. Las otras cuatro son Indiana, Nueva York, Charlotte y Los Angeles Clippers. Ainge asegura que no es más que una coincidencia. El caso de los Celtics, contrasta con, por ejemplo, el de Toronto Raptors, que cuenta con cinco jugadores internacionales en sus filas.
«Nosotros seguimos a jugadores internacionales de todos los países, hemos negociado con algunos de ellos y los hemos incluido en nuestros planes para el draft, pero simplemente no se ha dado el caso de que definitivamente hayan llegado a nuestro equipo», asegura Ainge.
La temporada pasada los Celtics sí tuvieron a un jugador internacional en sus filas: el pívot nigeriano Michael Olowokandi. Además, probaron al ala pívot uruguayo Esteban Batista.
«Presentes en Europa»
Ainge asegura que «todos los jugadores extranjeros que han entrado en la NBA en los últimos años han sido contrastados por nuestros ojeadores, no se nos ha escapado ni uno». Estamos muy presentes en Europa», añade.
En el otro extremo, Toronto Raptors eligió a Andrea Bargnani como primera opción en el draft de 2006 por encima de estadounidenses como LaMarcus Aldrige y Tyrus Thomas. Además, Toronto sumó a sus filas Anthony Parker, estadounidense educado baloncestísticamente en las filas del Maccabi de Tel Aviv. El vicepresidente de la franquicia canadiense, Mauruzio Gherardini, es italiano, el director de scouting global, Masai Ujiri, nigeriano y el técnico asistente Jay Triano, canadiense. Toronto es el claro ejemplo de la NBA global que quiere impulsar el comisionado David Stern. En Toronto, se autodenominan, «un equipo multicultural».
Danny Ainge cree que el número de jugadores internacionales de los Raptors es más casual de lo que parece. «Se dio un momento en el que había varios jugadores europeos quizá eran superiores a lo que había en EEUU y Toronto tenía dinero para gastar», señala.
Ainge puede vender humo porque a su equipo le va muy bien después de un proceso de reconstrucción superado a golpe de talonario y no gracias a un buen trabajo de sondeo del mercado. Pero es indudable que la apuesta de Toronto por crear una especia de ONU del baloncesto es una idea sopesada a lo largo del tiempo. La Nueva York canadiense cuenta con una colonia italiana bastante nutrida, así como una comunidad latina que crece cada día. Los directivos de los Raptors han buscado acercar a ese público potencial al Air Canada Center.
Tampoco es desdeñable la importancia que el mercado global tiene para la actual NBA. Tener a un italiano y a dos españoles en tus filas, significa tener a todos los medios de comunicación de sus respectivos países ofreciendo una cobertura donde antes había desierto. Y esa cobertura hace crecer la lista de seguidores de la NBA fuera de las fronteras estadounidenses.