«Cuentos de Terramar» Un mundo en equilibrio
A lo largo de su carrera, el genio de la animación Hayao Miyazaki había intentado llevar a la pantalla «Cuentos de Terramar», de la escritora Úrsula K. Le Guin, para pasar el proyecto finalmente a su hijo Goro.
Mikel INSAUSTI | DONOSTIA
Hayao Miyazaki es el número uno, el rey de la animación mundial, y no parece que quiera dejar su trono vacío. Ya comienza a delegar algunos de sus proyectos más importantes en su hijo Goro, quien quiere demostrar que se encuentra preparado para llevar el apellido de su padre con honor. El artífice de «El viaje de Chihiro» tiene un sentido del reparto justo muy acentuado, por lo que ha considerado que «Cuentos de Terramar» es una historia que ya no le pertenece. Intentó llevarla al cine en sus comienzos, pero no obtuvo el permiso de la autora norteamericana Úrsula K. Le Guin, por carecer del prestigio internacional del que goza en la actualidad. A lo más que llegó es a editar un manga, una historieta gráfica titulada «El viaje de Shuna». Sin embargo, la poderosa influencia del ciclo literario de Terramar estuvo presente en sus primeros largometrajes animados, en «Nausicaa del valle del viento» y en «El castillo en el cielo», e incluso alcanza hasta sus mejores obras recientes como «La princesa Mononoke» o «El castillo ambulante».
Hoy es el día en el que ha transmitido este rico legado a su continuador Goro Miyazaki, que, para ponerse al frente de una producción tan ambiciosa, ha contado con todo el despliegue técnico y humano de los estudios Ghibli.
El director japonés Goro Miyazaki leyó los dos primeros libros del ciclo de Terramar, «Un mago de Terramar» y «Las tumbas de Atuán», en la escuela, por lo que el descubrimiento posterior de las sucesivas entregas la ha hecho comprender que la aventura ha ido creciendo, a la vez que la extraordinaria narradora, que es la casi octogenaria Úrsula K. Le Guin, se superaba a sí misma. Ahora que está tan de moda la fantasía épica, «Cuentos de Terramar» gana en comparación a otras sagas en cuanto a carga filosófica. El viaje que propone es una reflexión existencial, a lo largo del cual los protagonistas se enfrentan a sombras que limitan sus dones, su capacidad mágica de soñar. El gran mago Gavilán, el joven Arren y la sacerdotisa Tenar se alían para encontrar el equilibrio perdido en su mundo, con la esperanza de poder encontrar las razones de ese caos. Terramar es un archipiélago, un conjunto de islas rodeadas de agua, donde la magia hace funcionar las cosas.
El Ciclo de Terramar está considerado como uno de los grandes clásicos de la literatura fantástica. Úrsula K. Le Guin también es célebre por «La mano izquierda de la oscuridad», galardonado con el premio Nébula en 1969, así como por «Los Desposeídos».
T. O.: «Gedo senki».
Dirección: Goro Miyazaki.
Guión: Goro Miyazaki y Keiko Niwa, sobre el ciclo de novelas de Úrsula K. Le Guin.
Musica: Tamiya Terajima.
País: Japón, 2006.
Duración: 115 minutos.
Género: Animación.