Bajo el lema «Bologna gelditu! Ikasleon hitza errespetatu!» una manifestación de estudiantes recorrió ayer el campus de Leioa por iniciativa de Ikasle Abertzaleak (IA), el organismo estudiantil con mayor representatividad en las universidades de Hego Euskal Herria. Antes y durante el transcurso de la manifestación hubo notable presencia de efectivos de la Ertzaintza, tanto fuera del recinto universitario, como, de paisano, en el interior del mismo.

En el comunicado leído al concluir la movilización, IA manifestó que es «digna de felicitación la fuerza y la capacidad de respuesta» del alumnado vasco. Dirigiéndose, una vez más, a los responsables de las universidades vascas, quiso trasladar un mensaje de exigencia de respeto a «la palabra» de los estudiantes, así como la apertura de un debate en torno al proceso Bolonia en el seno de la Universidad.

Una declaración conjunta de estados europeos dio inicio al llamado «proceso de convergencia», que oficialmente tenía como objetivo facilitar un efectivo intercambio de titulados, así como adaptar, eventualmente, el contenido de los estudios universitarios a las demandas sociales, lo que condujo a la creación del Espacio Europeo de Educación Superior.

Ikasle Abertzaleak recordó las numerosas movilizaciones e iniciativas desarrolladas durante los últimos años en la línea de promover un debate que se les viene negando a los estudiantes; en los dos últimos años se han desarrollado en las universidades vascas dos huelgas por este motivo.

En este contexto, señalaron que los responsables universitarios de Euskal Herria «no pueden seguir dando la espalda a este asunto en nombre de la democracia, mientras continúan imponiendo el proceso de Bolonia».

«Utilizan la violencia»

Este organismo estudiantil subrayó que «además de hacer oídos sordos a la palabra de los estudiantes, los responsables universitarios utilizan la violencia en la universidad sin ningún tipo de reparo», toda vez que se preguntó «cómo se puede entender esto en el lugar en el que la crítica y la libertad deben ser señas de identidad».

Denunciaron la amplua presencia policial ayer en el campus de Leioa, una situación que, según explicaron, «no se da en ningún otro lugar; incluso en los tiempos de Franco la policía sólo entraba en los centros universitarios durante los estados de excepción».

Tal y como se había previsto, hasta el campus vizcaino llegaron autobuses del resto de campus de Hego Euskal Herria con estudiantes para tomar parte en la iniciativa. Y, precisamente, desde primeras horas de la mañana fue notable la presencia de efectivos de la Ertzaintza en el exterior del recinto universitario. IA relató situaciones como la de «dos ertzainas con subfusiles en sus manos, en la entrada del campus, dando la `bienvenida' a los estudiantes», «el ataque por parte de guardas jurados a unos estudiantes que, tras finalizar la manifestación, intentaron llevar la protesta hasta el Rectorado» o «los golpes propinados a un estudiante en la cafetería del campus por parte de ertzainas, de forma arbitraria».

«Denunciamos con todas nuestras fuerzas la presencia policial desmedida y creemos que los responsables de la UPV deben más de una explicación al estudiantado vasco», indicaron posteriormente desde IA.

La manifestación dio comienzo pasadas las 12.30 y finalizó una hora después. Los estudiantes fueron recorriendo, una a una, todas las facultades del campus de Leioa, coreando gritos en contra del proceso de Bolonia y exigiendo el respeto a su palabra.

Algunos de los manifestantes portaron ikurriñas, así como pancartas y carteles con textos relacionados con el motivo de la movilización.

Tensión ante el Rectorado

Al llegar a las inmediaciones del edificio del Rectorado, donde precisamente ayer se reunía la Junta de Gobierno de la UPV, se produjeron minutos de tensión. Tras una barrera se habían situado una veintena de guardas de seguridad con la cabeza cubierta y blandiendo porras.

A escasos metros, la cabeza de la manifestación -que portaba una pancarta con el texto ``Bologna gelditu! Ikasleon hitza errespetatu!''- se detuvo, arreciando los gritos en contra de los guardas de seguridad. Aproximadamente diez minutos después, los estudiantes continuaron su recorrido hacia el nuevo edificio de Hostelería y la Facultad de Bellas Artes para, desde allí, recorrer el último tramo de la marcha. Fue entonces cuando mejor se pudo comprobar la dimensión de la manifestación.

A falta de la valoración que los estudiantes anunciaron para la jornada de hoy, al término de la marcha IA subrayó que «el estudiantado vasco no está muerto y no aceptará procesos, decretos ni imposiciones que pretendan aniquilar a los estudiantes o a este pueblo; de aquí en adelante también, seguiremos trabajando para que nuestra palabra sea respetada y entre todos lograremos detener el proceso de Bolonia. La lucha que hagamos entre todos hará que se escuche nuestra palabra, nuestra negativa a Bolonia, y la necesidad de un sistema educativo propio».

Por un debate real

Destacaron que lo ocurrido ayer en Leioa «no es sino otra demostración de la estrategia represiva que están utilizando en los últimos tiempos. Inicialmente, intentaron aplicar el proceso de Bolonia de forma discreta, pero en la medida que fuimos conocedores de lo que implica el mismo, optaron por intentar convencer a los estudiantes, para finalmente dar leña a la disidencia». A juicio de Ikasle Abertzaleak, «la Universidad está dando muestras de su voluntad de aplicar el proceso de Bolonia por encima de todo».

Precisamente, con motivo de la celebración de la Junta de Gobierno, se pudo constatar el malestar entre sectores de los dirigentes de la UPV por la movilización estudiantil, así como por la cobertura informativa que se estaba ofreciendo a la misma.

Ikasle Abertzaleak, por su parte, adelantó su intención de seguir trabajando por la paralización del proceso de Bolonia mientras no se abra un debate real con todos los sectores implicados, para añadir que seguirán diciendo «no» al mismo en el futuro.