Al menos seis milicianos palestinos murieron y cuatro resultaron heridos en una incursión d el Ejército israelí en el centro de la franja de Gaza, según informaron fuentes hospitalarias.

Testigos así como las propias milicias precisaron que tres de las víctimas pertenecían a la Yihad Islámica, dos a Hamas y la sexta a los Comités Populares de Resistencia. El Ejército israelí dijo tener constancia de haber «alcanzado» a cuatro activistas.

El responsable del servicio de emergencias del hospital Shifa de la ciudad de Gaza, Muawiya Abu Hassanein, cifró en ocho el número de cadáveres y en cuatro el de los heridos, entre ellos, un camarógrafo de Reuters, que recibió un disparo en el pie.

Subrayó que las ambulancias estaban preparadas para atender más bajas.

Testigos relataron que el Ejército penetró casi un kilómetro en la franja de Gaza con diez tanques blindados y excavadoras, justo al este del campo de refugiados de Maghazi. Un portavoz militar israelí describió esta incursión como «una operación de rutina contra las amenazas terroristas».

Con estos fallecimientos ya son 20 los palestinos muertos en las últimas 48 horas. En respuesta, milicianos lanzaron tres cohetes al Kasam contra Sderot. Tres civiles fueron evacuados por ataques de pánico.

Desde la celebración de la cumbre de Annapolis, auspiciada por Bush en noviembre, Tel Aviv ha incrementado notablemente sus operaciones terrestres y ataques aéreos.

Aunque el ministro israelí de Defensa, Ehud Barak, descartó una invasión a gran escala en Gaza, bajo control de Hamas, a comienzos de esta semana ordenó al Ejército intensificar sus operaciones y, en especial, la llamada política de «muertes selectivas». «Esta es una guerra y no cesará», advirtió el primer ministro, Ehud Olmert.

El viceprimer ministro, Haim Ramón, rechazó el alto el fuego ofrecido por el líder de Hamas y primer ministro palestino Ismail Haniyeh. Alegó que Haniyeh y 300.000 palestinos celebraron el vigésimo aniversario de la fundación del movimiento islámico al grito de «Nunca reconoceremos a Israel».

Ramón subrayó que el «objetivo estratégico» no es sólo neutralizar a los milicianos, sino «desbaratar el control político» de Hamas.

En respuesta a los ataques israelíes, las Brigadas de al Qassam anunciaron a través de un comunicado que lanzarán 21 granadas contra los militares que participan en la operación que se está llevando a cabo en las cercanías del campo de Maghazi. Se calcula que desde el año 2000, unas 6.000 personas, la mayoría ciudadanos palestinos, han perdido la vida.

A los ataques terrestres y aéreos se suma el corte de suministro eléctrico y de combustible que ha agravado aún más si cabe las condiciones de vida de los habitantes de Gaza.

La escasez se deja notar de manera dramática en los hospitales, que están prácticamente desabastecidos. En los últimos dos meses, 40 personas han muerto por falta de medios.