Chris Coleman reiteró ayer que abandonará el club si Iñaki Badiola asume la presidencia y ficha a cinco jugadores sin su conformidad y sin haberle pedido su opinión de ninguno, con lo que asume que el de mañana ante el Tenerife puede ser su último partido con la Real, aunque desea que no lo sea.

«No sé lo que puede ocurrir a partir de enero. Sólo sé que no voy a cambiar mi manera de funcionar. Lo más importante es ganar al Tenerife, conseguir dejar el equipo en una situación buena para lo que pueda ocurrir adelante. Me gustaría que no fuera mi último partido, ganando al Tenerife dejaríamos al equipo en buena posición con buenas bases para el futuro».

Un futuro en el que le gustaría formar parte en las mismas condiciones en las que ha iniciado su trabajo y no con unos fichajes con los que ayer mostró su disconformidad. Preguntado por Fran Mérida, Coleman lanzó un mensaje que vale también para Marc Crosas: «Es un buen joven jugador, pero no voy a cambiar lo que he dicho muchas veces. Debemos tratar de fichar buenos jóvenes jugadores vascos, de aquí, de Gipuzkoa. Si fichamos jóvenes de otros clubes lo que estamos haciendo es generar pesimismo y frenar la progresión de los jóvenes que tenemos de la cantera. Tenemos que fichar buenos jugadores, pero no jóvenes de fuera. Hemos fichado a Giovanni Sio, pero viene para el Sanse. Fichar jóvenes para el primer equipo supone apartarnos de la idea de trabajo que tenemos de apostar por los jóvenes de aquí».

Pese a que Coleman está totalmente en contra de las intenciones deportivas de un Badiola que le ha ninguneado al no pedirle la opinión a la hora de abordar posibles fichajes, el candidato señalaba ayer en Herri Irratia tras oir la coherencia del técnico que «debatiremos abiertamente a calzón quitado y estoy seguro de que cuando vea nuestro proyecto se va a ilusionar de una manera que no se le ha visto ilusionado desde hace tiempo». Badiola no se da cuenta de que su poder de convicción se limita a personas que no conocen la realidad de la Real.

Si hay otro candidato...

De hecho Coleman dejó entrever su deseo de que se consolide una candidatura que apostaría por el grupo actual con un par de refuerzos, lo que encaja a la perfección con lo que piensa el técnico. Cada vez parece más difícil que cuaje porque Arkonada y Aperribai han rechazado presentarse, el primero culpando a Badiola de no querer llegar a un consenso, y el segundo alegando además razones personales y de negocios. Pese a todo ayer seguían los contactos entre las personas que trabajan desde hace semanas en esta lista que cuenta con fuertes respaldos, pero que tiene difícil encontrar a un presidente dispuesto a soportar las amenazas, insultos y descalificaciones que recibe cualquier posible candidato.

Preguntado sobre si ha hablado con estas personas, Coleman dijo que «no. Hemos intentado concentrarnos en el fútbol. Es difícil, pero al igual que la semana pasada dije que en la cabeza sólo tenía el Granada, esta semana sólo está el Tenerife. Es un partido muy muy importante Es difícil para los jugadores y para todos porque no sabemos qué va a ocurrir a partir de enero. Puede ser el último partido de algunos jugadores o del entrenador. Es muy importante, esos tres puntos son muy importantes porque si ganamos seguro que van a cambiar muchas cosas. No quiero meter más presión a los jugadores de la que tienen, pero es un partido muy importante. Si hay otro candidato conocerá mis ideas y mi manera de trabajar».

Un partido para el que Coleman cuenta con Carlos Martínez, que trabajó ayer a puerta cerrada en Zubieta. Es seria duda Gorka Larrea, que no se entrenó ayer, algo que sí hizo por vez primera Víctor López, como Morten Skoubo, aunque el galés descartó que el delantero vaya a entrar hoy en la convocatoria.