Marcelo Alvarez Ahaztuak 1936-1977
Un pequeño balance
Hemos sacado a la calle la reflexión y demostrado que aún «hay memoria», que está viva y actúa más allá de los foros, los homenajes institucionales, los simposiums y muchas veces a pesar de ellos Este pequeño balance demuestra la existencia de las raíces aún vivas de una memoria histórica democrática y antifascista en nuestro país, y su posibilidad de crecimiento
El año 2007 pasará sin duda por ser un año importante desde el punto de vista de la dinámica abierta en Euskal Herria en pro de una memoria histórica democrática y antifascista de la mano de la lucha por la verdad, la reparación y la justicia que las víctimas del franquismo venimos exigiendo desde hace tanto tiempo. Esto será así porque ha sido en este año 2007 el que se han dado de forma clara elementos claves de definición y también un importante punto de inflexión en el combate por la memoria con diversas reflexiones, diversos alineamientos y movimientos políticos, institucionales y sociales por parte de los contendientes en el mismo. Es por ello por lo que queremos ofrecer, a modo de reflexión a la sociedad vasca al terminar el año, un pequeño balance que no podemos sino considerar como claramente positivo, habida cuenta de sus resultados.
Dicho balance ha de partir de ver cuáles eran las intenciones en este tema de los poderes establecidos, esos que a menudo parecen tan abstractos orgánicamente pero que luego se muestran tan concretos en sus actuaciones, y cuáles han sido sus logros. En varias ocasiones hemos expresado que la intención fundamental de éstos era para este año cerrar con el candado de la Ley de Memoria Histórica la posibilidad de avanzar hacia la recuperación e instalación de esa necesaria memoria histórica democrática y antifascista de la mano de la adopción y puesta en marcha de medidas concretas de verdad, reparación y justicia para las víctimas del golpe de estado, de la represión y del régimen franquista. Al mismo tiempo su plan era cortocircuitar nuestra potencialidad y referencialidad social y han intentando ganarse a las víctimas y sus familiares, y por extensión a su entorno social, a través de una estrategia donde ha confluido el cerco comunicativo a aquellos que no aceptamos sus planteamientos con los homenajes institucionales y las declaraciones vacías.
Si atendemos a estos elementos, habremos de convenir que, al menos en Euskal Herria, esto no ha sido así, y ese es para nosotros el elemento central de este balance y de la evaluación positiva de nuestro trabajo. Sin echar las campanas al vuelo, sí creemos que aquellos que pretendían establecer una memoria histórica a su medida, esto es, a la medida del modelo español de impunidad y de la limitada democracia que éste permite y que es la actualmente vigente, no han conseguido sus objetivos, puesto que hoy, tras todo un recorrido de medidas económicas, campañas comunicativas y leyes como la de Memoria Histórica en las víctimas del franquismo, en su entorno mas cercano y también en amplios sectores sociales sigue instalada la subjetividad de la necesidad de verdaderas medidas de verdad, reparación y justicia para las víctimas del franquismo o, lo que es lo mismo, la necesidad de una verdadera memoria histórica democrática y antifascista y también la potencialidad de la recuperación de los valores democráticos inherentes a ésta.
Creemos que en esto, en esta pequeña victoria de los planteamientos democráticos y antifascistas en esta etapa del combate por la memoria desarrollada en este año 2007, Ahaztuak 1936-1977 ha desarrollado una importante aportación. A través de nuestra actividad hemos sacado a la calle la reflexión y demostrado que aún «hay memoria», que ésta está viva y que actúa más allá de los foros, los homenajes institucionales, los simposiums y muchas veces a pesar de ellos. Hemos sido capaces asimismo de hacer frente a las dinámicas y planteamientos institucionales y/o academicistas que pretendían apropiársela y llevarla a vía muerta, siendo capaces de generar una importante referencialidad mediática y en cierto grado social, hasta el punto de que en buena medida la referencia de las dinámicas en torno a la «memoria histórica» y las víctimas del franquismo ha sido ocupada por las asociaciones populares de este ámbito, entre las que la nuestra ocupa, sin duda, un espacio importante. Hemos levantado espacios de colaboración permanente con otros grupos que a nivel provincial o local trabajan también el tema de la memoria histórica conformando junto con varios de ellos la Coordinadora Lau Haizetara Gogoan, y también hemos trabajado mano a mano con otros agentes populares y sociales como Gernika Batzordea, varios gaztetxes y asociaciones culturales, Etxerat... y también con aquellas fuerzas políticas que, tras habérselo ofrecido a todas, han estado dispuestas a ello, como ERC o EHAK. Hemos apoyado y participado en iniciativas populares como Korrika y realizado nuestra aportación al currículum vasco...
A nuestro modo de ver, este pequeño balance si algo demuestra es la existencia de las raíces aún vivas de una memoria histórica democrática y antifascista en nuestro país, y su posibilidad de crecimiento. La importancia de las actividades desarrolladas radica en haber contribuido, en contribuir a hacerla aflorar, revivir. Eso es lo más importante de este balance. Eso y la perspectiva que se abre ante nosotros, las nuevas sendas, los nuevos caminos a transitar en el ya inminente 2008.
Con este pequeño balance y esa perspectiva conformados por el trabajo hecho, por los logros obtenidos y por el aprendizaje en base a los aciertos y los errores, despedimos este año y encaramos el próximo, un nuevo espacio de tiempo en el que con la memoria de sus sueños -de los sueños de verdadera democracia, de justicia social, de progreso humano... de los nuestros, de las víctimas del franquismo- seguiremos perfilando nuestro futuro.