El partido de Bhutto concurrirá a las elecciones con su viudo como regente
En un ejemplo de funcionamiento dinástico, el Partido Popular de Pakistán nombró al hijo de Benazir Bhutto como su sucesor en la presidencia de esta formación, y anunció su participación en las elecciones convocadas para el 8 de enero. Aunque aún no está claro que lleguen a celebrarse, la decisión del PPP ha arrastrado al partido del ex primer ministro Sharif a dejar a un lado el boicot y anunciar su participación.
GARA |
Bilawal Zardari, de sólo 19 años de edad, fue nombrado presidente del PPP y el viudo de Benazir Bhutto,, Asif Ali Zardari, «copresidente», continuando así la sucesión dinástica al frente del partido, iniciada con el padre de la ex primera ministra. Asif Ali Zardari se ocupará de la dirección del partido como «regente» hasta que Bilawal, que tiene 19 años y acaba de comenzar sus estudios en la Universidad de Oxford, pueda asumir plenamente sus funciones.
Bilawal, que en adelante adoptará también el apellido de la dinastía y se hará llamar Bilawal Bhutto Zardari, juró vengar la muerte de su madre en atentado suicida y añadió que «mi madre siempre dijo que la democracia es la mejor venganza». El comité ejecutivo del partido se reunió en la propia residencia de la familia Bhutto, en Naudero, en la provincia meridional de Sindth, con el viudo, hijos y hermana de Bhutto como «invitados especiales».
El PPP pidió además que la ONU investigara la muerte de Bhutto según el modelo aplicado en el caso del ex primer ministro libanés Rafiq Hariri y rechazó exhumar el cadáver de Bhutto para una autopsia.
El señor 10%
Benazir Bhutto había designado a su propio marido como sucesor al frente del partido, pero éste dejó el puesto a su hijo, por lo que el partido optó por la mencionada copresidencia familiar.
El propio Zardari parece consciente del excesivo peso de su pasado para relevar a su esposa. Conocido como «señor 10%» por las acusaciones de comisiones recibidas durante la época en que Benazir Bhutto era primer ministra, proviene de una familia de terratenientes y realizó sus estudios en un instituto militar. Se casó con Bhutto en 1987 en matrimonio concertado, y ha aprovechado los dos períodos de su esposa en el poder para labrarse una posición de influencia.
Fue encarcelado en 1996 y pasó ocho años en prisión, mientras su familia estaba en el exilio. Fue liberado en noviembre de 2004 tras ser eximido de las acusaciones de corrupción, asesinato y tráfico de drogas. Además del puesto de presidente, el PPP designó a Makhdoom Amin Fahim como candidato a primer ministro si el partido vence en las elecciones
A la vez, el PPP anunció que se presentaría a las elecciones legislativas y provinciales previstas para el próximo 8 de enero y pidió que hiciera lo mismo al ex primer ministro paquistaní, Nawaz Sharif, que encabeza el segundo partido de oposición, la Liga Musulmana de Pakistán-Nawaz (PML-N). En respuesta a este llamamiento, el partido de Sharif comunicó poco después que participará en las elecciones, a pesar de que había anunciado públicamente su intención de boicotearlas.
Aunque ambos partidos de oposición hayan decidido participar, aún no está claro que vayan a celebrarse. La Comisión Electoral y el partido que apoya al presidente Pervez Musharraf dejaron entender el sábado y ayer mismo que los comicios probablemente se retrasarían a causa de la muerte de Benazir Bhutto y de la crisis en la que se encuentra el país. La Liga Musulmana de Pakistan-Qaid (PML-Q), pilar de la coalición que apoya al actual jefe de Estado, suspendió su campaña en razón de la situación prevista tras la muerte de Bhutto y añadió que «un retraso de diez o doce semanas es una opción realista», aunque ayer se mostró dispuesta a participar.
La Comisión Electoral se reunirá hoy de forma urgente en Islamabad, tras haber anunciado el sábado que el proceso electoral está «desfavorablemente afectado» por el atentado y la violencia de respuesta al atentado, que ha paralizado el país.
Las grandes ciudades de Pakistán vivieron ayer una tímida vuelta a cierta normalidad, tras las últimas jornadas de protestas y represión que han causado la muerte de al menos 38 personas. Algunas tiendas comenzaron a reabrir sus puertas así como algunas estaciones de servicio de Karachi, la megaciudad de 12 millones de habitantes, con mayoría de seguidores del partido de Benazir Bhutto y la más afectada por los sucesos de los últimos tres días. Sin embargo, se esperaba que la situación empeorara hoy, al término de los tres días de duelo nacional decretados por el presidente Musharraf. «Karachi está volviendo rápidamente a una situación normal», declaró Akhtar Zamin, ministro de Interior de la provincia de Sind, cuya capital es Karachi. «Hay una mejoría significativa de la situación de la seguridad», añadió.
Este Ministerio ha calculado en decenas de millones de dólares las pérdidas por los incidentes, en los que han ardido bancos, tiendas, oficinas, trenes y coches. Según Zamin, «algunas gasolineras han vuelto a abrir y otras van a hacerlo. Hemos restablecido el aprovisionamiento de productos de primera necesidad y se han organizado mercados en doce lugares de la ciudad».
Sin embargo, aún persisten signos visibles de los sucesos de los últimos días en las calles.
En Lahore el tráfico había vuelto a su ritmo habitual, las panaderías estaban abiertas, así como pequeños comercios de venta de té y restaurantes.
En Peshawar, al norte, aún se notaban limitaciones en el abastecimiento de carburantes y sólo algunas gasolineras permanecían abiertas.
El presidente paquistaní, Pervez Musharraf, «considerará» la posibilidad de una investigación internacional sobre la muerte de Bhutto, según una portavoz del primer ministro británico.