«Paciencia, calma y mente fría» para afrontar la larga espera en Villavicencio
La espera continuaba ayer en Villavicencio. El coordinador de la operación, Ramón Rodríguez Chacín, dijo que «sólo» esperaban las coordinadas de las FARC y pidió «paciencia, calma y mente fría». Chávez y Córdoba alertaron sobre presiones para que la entrega no tenga éxito.
GARA |
La operación de entrega de Clara Rojas, su hijo y Consuelo González de Perdomo sufrió ayer un nuevo retraso. Según anunció el coordinador venezolano de la misión y ex ministro de Interior, Ramón Rodríguez Chacin, «sólo estaban esperando las coordenadas» de las FARC que «pueden llegar en cualquier momento». Tras reunirse con familiares de los rehenes en un hotel caraqueño, expresó su convicción de que la entrega «se llevará a cabo con éxito en los próximos días. No puedo saber cuándo pero tengo la certeza, la seguridad de que se realizará muy pronto, en un corto plazo vamos a tener esa operación».
Insistió en que se requiere «paciencia, calma y frente fría». «En el territorio colombiano existen operaciones militares y en ese lugar se está desplazando una pequeña patrulla que lleva a los retenidos y nos los van a entregar... tiene que tomar todas las medidas de seguridad», subrayó. Resaltó también que Bogotá «va a suspender las operaciones militares tan pronto como conozca el área» para la entrega. «La guerrilla debe suponer que cuando se retiren los integrantes de la misión de rescate se reanudarán las operaciones. En consecuencia, deben preparar su plan de retirada y tienen que tomar las medidas de seguridad. Y eso lleva tiempo», comentó.
Destacó que se están tomando todas las precauciones ante «problemas que pudieran presentarse». A modo de ejemplo, citó que solicitaron helicópteros de repuesto «más livianos y con menos capacidad» porque si bien los enviados el viernes a Villavicencio «son grandes, de búsqueda y cuentan con todas las facilidades médicas, a lo mejor no pueden entrar en un helipuerto improvisado».
«No daremos un paso atrás hasta lograr el objetivo por lo que significa para el proceso de paz en Colombia», concluyó.
«Apoyo» a Uribe y a las FARC
No obstante, el presidente Hugo Chávez advirtió que cuando una operación de estas características «dura tres, cuatro o cinco días más de lo previsto por razones de seguridad, puede hundirse y entonces sería necesario pensar en otra».
«Estamos muy a la espera, a la expectativa como medio mundo para que termine todo felizmente y ojalá antes de la medianoche del 31», manifestó.
Aunque mostró su confianza en que el «operativo Emmanuel» culmine con éxito, sostuvo que «dentro y fuera de Colombia hay quienes apuestan por el fracaso del operativo y ya lo hemos dicho, el primero de ellos es el Gobierno de Estados Unidos, que tiene desde hace tiempo todo un aparato tecnológico que busca la desestabilización y la guerra». El Ejecutivo de Alvaro Uribe se apresuró a negar estas declaraciones del mandatario venezolano.
«Nosotros jamás hemos tenido presiones por parte de algún Gobierno extranjero en relación con esta misión humanitaria o con otras misiones», subrayó el Alto Comisionado para la Paz, Luis Carlos Restrepo, en el aeropuerto de Villavicencio. «No hay voluntad ni actitud de interferencia. Yo insisto en que todas las garantías están dadas y lo que nos han pedido se ha concedido. Así de simple»,declaró.
Por su parte, la senadora Piedad Córdoba abogó por dar «apoyo» tanto a Uribe como a la guerrilla. «La estrategia para que las liberaciones puedan darse es rodear de apoyo al presidente de Colombia, hacer oídos sordos a muchos sectores que presionan enormemente para que esto no avance y no dejar solas a las FARC», incidió.
La Federación Internacional de Comités Ingrid Betancourt también expresó su temor a una operación militar durante o después de la entrega. «Estamos un poco impacientes por lo que pueda estar pasando en la selva. El Ejército está en pie de guerra. Sabemos que hay bombardeos permanentes desde que Chávez y Córdoba empezaron la mediación con las FARC. Éstas no pueden emplear su material de comunicación para no ser situadas y bombardeadas», afirmó el portavoz Olivar Rubi.