Raimundo Fitero
Insólito
Las palabras llegan, se hacen un hueco, se aposentan y son difíciles de hacerlas abandonar su posición. Insólito es que todavía asuntos de uso democrático común sean considerados insólitos. O que sea anunciado como insólito pedir paz, justicia y libertad cuando estás huérfano de esas tres ideas básicas para la convivencia y el desarrollo de los pueblos. Y además que no se considere insólito, sino habitual, reprimir la petición de esos derechos básicos. Estamos viviendo en el subsuelo de la mirada mágica a una realidad que se empeñan en calificar de real los antimonárquicos y de demócrata los totalitarios. Pero como hoy todo lo veremos insólito, seamos lo más insólitos que podamos.
Por ejemplo, seamos tan insólitos como ese hombre anuncio de sí mismo que se llama David Meca y que su máxima gloria consiste en proponerse unos retos insólitos: atravesar tres veces el estrecho de Gibraltar a nado. ¿Es una manera de dar pistas a los inmigrantes más atléticos? Lo realmente insólito de este caso es que las cadenas de televisión le den categoría informativa de primera magnitud y que se desplacen equipos de diferentes medios de comunicación para ir retransmitiendo esa hazaña que, por cierto, parece ha sido un acto fallido, que no ha completado su reto, aunque solicita su homologación porque, y esto es todavía más insólito, hay lugares oficiales en el mundo donde dan certificaciones sobre estas majaderías.
¿Y qué decir del caso de Emmanuel, el niño doblemente secuestrado en Colombia y no se sabe si liberado? Unos por intentar desacreditar a las FARC y cebarse con Hugo Chávez, al que consideran colaborador de la guerrilla colombiana, otros por ser simplemente unos apologetas ciegos de todo lo que hace ese ser extraño, melífluo, el presidente Uribe, lo cierto es que hemos vivido unas semanas de entregas, contra entregas, comunicados, análisis de ADN, y toda una suerte de guerrilla propagandística que lo convierten en algo insólito en sus mismas formulaciones, aunque represente todo el suceso un paradigma de los juegos sucios existentes en todos los órdenes de las negociaciones, de los conflictos enquistados. ¿Insólito? Otra voz, por favor.