NBA
Detroit continúa siendo la alternativa a los Celtics
La franquicia de Michigan busca su segundo anillo de la década a la sombra del legado de los «Bad Boys»
Izkander FERNÁNDEZ | BILBO
Aunque no es ninguna sorpresa, la perseverancia de Flip Saunders y los suyos empieza a parecer inagotable. Detroit Pistons nunca son favoritos. Siempre están a la sombra de otros proyectos. Primero los Miami Heat de Shaquille O'neal y Dwyane Wade. Luego LeBron James y sus remozados Cleveland Cavaliers. Y ahora los nuevos Celtics de la tripleta formada por Kevin Garnett, Ray Allen y Paul Pierce. Los Pistones de Detroit nunca son los principales favoritos, pero siempre están al acecho.
Su papel es cercano al que cumplen los San Antonio Spurs en el Oeste: pueden caer ante un rival más fuerte pero nunca fallan y saben cumplir con su trabajo. Con ellos la sorpresa queda condenada al exilio. Eficacia y esfuerzo al 50%. Un equilibrio perfecto que nivela la balanza entre brillantez y sudor.
La columna vertebral de los Detroit Pistons de esta temporada no difiere demasiado de la que les dio el título hace unas pocas temporadas. Falta aquel cinco dominante en la defensa que no enchufaba una en ataque y al que ahora casi no aguantan en Chicago, Ben Wallace, pero siguen apoyándose con valentía en el triple tridente del juego exterior conformado por Chauncey Billups, Richard Hamilton y Tayshaun Prince.
El director de orquesta
Billups es un veterano base que dio bandazos por diferentes franquicias hasta que recaló en los Pistons de Larry Brown. Parece que con Brown encontró su sitio en la pista, su juego y la confianza necesaria para convertirse en un all star.
A sus 31 años, afronta una temporada esperanzadora en la que en lo personal está siendo especialmente productiva: el de Colorado firma 17,3 puntos y 7,5 asistencias por partido, siendo el principal motor de su equipo. Billups está bien secundado en el perímetro por Richard Hamilton, un escolta un tanto endeble capaz de desbordar a cualquier defensor y de convertirse en la primera referencia en ataque de los Pistons cuando éstos lo necesiten. Tras tres buenas temporadas en los Wizards de Washington, Hamilton pasó a formar parte de la disciplina de la franquicia de Detroit. Vital en la temporada del anillo, RIP Hamilton ha rondado los 18 puntos por partido durante toda su carrera. También en ésta, donde firma 18.3 tantos por encuentro.
La tercera joya de Detroit es el escuálido alero Tayshaun Prince. Si bien al principio recor- daba al mismísimo Dennis Rodman por su capacidad reboteadora y sus largos brazos, Prince ha acabado convirtiéndose en un alero anotador que ayuda en el rebote y en el trabajo defensivo. Versátil es la palabra que mejor define su juego.
Aunque en un principio fue el pívot Ben Wallace quien puso la cara al juego interior de los Pistons de esta década, fue otro Wallace, Rasheed Wallace, quien terminó apuntalando el proyecto de Detroit con un anillo en la temporada 2003-2004.
Rasheed Wallace se convirtió en uno de los ala pivots más importantes de la liga durante su estancia en Portland Trail Blazers, donde formó parte de una de las plantillas más caras, equilibradas y completas que conoció la NBA en los 90. Sin embargo, Portland no llegó a alcanzar el anillo y se tuvieron que conformar con ser los secundarios de Los Angeles Lakers de O'neal y Kobe Bryant.
Cuando los Blazers acometieron la temida reconstrucción, Wallace fue a parar a Atlanta, de donde pasó a Detroit y donde tuvo la oportunidad de lograr su primer y único título hasta la fecha. Este año vuelve a ser importante dando profundidad al juego de los Pistons y fortaleciendo su juego interior.
El resto de la plantilla de Detroit se ha visto rejuvenecida en las últimas campañas con la inclusión de jóvenes jugadores. Obviando a Lindsey Hunter y Antonio McDyess, el resto de componentes apenas suma una o dos participaciones en la liga. Eso está favoreciendo un clima tremendamente didáctico y pedagógico en el que los veteranos sirven de referente para los jóvenes.
La mezcla de todos estos alicientes ha convertido a los Pistons en la principal alternativa a unos Boston Celtics que se están mostrando intratables en lo que va de liga. El carácter de Detroit es claro, todo el mundo sabe a lo que juega y hasta dónde da de sí. Con lo cual, las apuestas empiezan a tenerlos en cuenta como posibles finalistas de la NBA por la Conferencia Este.
Nueve victorias consecutivas
En la actualidad Detroit ocupa la segunda plaza del Este con un balance de 26 victorias y 8 derrotas y viene de sellar una importante racha de nueve partidos ganados de forma consecutiva. Fue el sábado cuando vieron truncada su buena racha tras caer derrotados en su propia cancha, The Palace of Auburn Hills, ante la que parece la franquicia a batir esta temporada: Boston Celtics.
Los Celtics lograron una importante victoria ante uno de sus rivales directos por el título de la Conferencia Este sin un protagonismo importante por parte de ninguna de sus tres estrellas. Fue Glen Davis, rookie de 21 años, quien se encargó de desnivelar el choque con 16 puntos en el último cuarto. Y es que a los Celtics comienza a irles como a los campeones: si no aparecen las estrellas, ya aparecerá alguien.
Pese a todo, Flip Saunders, entrenador jefe de Detroit, no pareció afectado por la derrota. En Michigan saben perfectamente cuáles son sus límites y sus bazas. Son el equipo con más experiencia en play offs del Este y son un equipo sólido que, para que doble la rodilla, tendrá que enfrentarse ante los más fuertes, ya que difícilmente sucumbirán a una sorpresa.
La base de Detroit se apoya en la tripleta del juego exterior compuesta por Chauncey Billups, Richard Hamilton y Tayshaun Prince. Entre los tres anotan más del 50% de los puntos del equipo.
La franquicia de Michigan pasa por ser una de las más expertas del Este gracias a su continuada aparición en las eliminatorias por el título y al campeonato conseguido hace cuatro temporadas.