Iñaki Lekuona Periodista
Total, el agua cuesta más
Hay un señor que me da mucha penita. Supe de su existencia anteayer. A ver, sí sabía que existía, pero desconocía su nombre. Se llama Christophe de Margerie y es el jefe supremo de Total, la multinacional gala del petróleo. Anda llorándole a la ministra francesa de Economía para que le dejen subir una miaja de nada el precio de los carburantes, que hay que ver cómo está el valor del Brent, que hemos asistido a una escalada «fulminante» del precio que «ha beneficiado principalmente a los países productores» y «un poquito a las compañías, que necesitan ese dinero para continuar invirtiendo».
Qué penita que me da. Sobre todo sabiendo que en 2006 su empresa obtuvo un beneficio neto de 12.600 millones de euros, ¡neto!, todo un récord para Total, y que en los primeros nueve meses de 2007 se han llevado 9.581 millones limpios, o sea, algo más que en los tres primeros trimestres del año anterior.
Lo que es sorprendente es que en un contexto tan complicado como éste Total vaya camino de superar su propio récord de beneficios. Será porque este señor es un gestor excelente que saca de donde no hay. O será porque el euro se ha apreciado tanto con respecto al dólar que, lo comido por lo servido, las petroleras se llevan todavía más dinero al bolsillo.
Porque -y es un cálculo de andar por casa- hace cinco años con la paridad euro-dólar un barril salía a treinta y pico dólares, y el gasoil de Total venía a costar en el hexágono unos 0,70 euros el litro. Con el peso actual del euro, un barril de 100 dólares viene a costarle al bueno de Christophe unos 65 euros, o sea, el doble que hace cinco años, pero es que ahora su litro de gasoil anda en los 1,34 euros de media, o sea, cerca del doble que hace cinco años. Pues es ese cerca lo que anda llorando el jefe de Total. «Sólo tres o cuatro céntimos de euro», gimotea. Y eso que hace unos días nos deleitó con un chiste. «Si lo pensamos bien, el barril a 90 dólares no es muy caro. En comparación, el litro de agua mineral cuesta más que el litro de petróleo». Es que me parto. Y más que nos vamos a reír, porque Total acabará también por querer controlar los recursos hídricos, si no lo hace ya.