Crisis de las basuras en Nápoles, amenaza de huelga general, riesgo de ruptura de su mayoría: Romano Prodi volvió ayer al trabajo tras unas vacaciones de esquí en un nuevo año que no está seguro de terminar en el cargo de primer ministro.

Con los soldados retirando las basuras -100.000 toneladas- en la periferia de Nápoles, Prodi se reunió con su ministro de Medio Ambiente.

Las tres grandes confederaciones sindicales exigen un incremento inmediato de los bajísimos salarios del sector y una rebaja de la presión fiscal y amenazan con una huelga general de aquí a finales de mes.

El ministro de Solidaridad Social, Paolo Ferrero (Rifondazione), ya ha advertido de que la cuestión salarial será decisiva para mantener la cohesión de la mayoría gubernamental, pendiente de una reunión decisiva a lo largo de este mes.