Organizaciones no gubernamentales suizas asignan cada año unos galardones destinados a alertar sobre los comportamientos de algunas de las poderosas compañías empresariales que son parte integrante del Foro Económico Mundial. Al arranque de la reunión en Davos se conocía que el premio Ojo Público ha recaído en esta edición en la compañía estatal francesa Areva, dedicada a la energía atómica, a la que se recrimina el mal trato que da a los trabajadores de las empresas subcontratadas con las que explota los yacimientos de uranio de Níger y su comportamiento irresponsable con el medio ambiente. En la lista de candidatas al premio figuraban otras compañías, entre ellas la multinacional química Bayer o la filial filipina de la multinacional estadounidense de la alimentación Dole Foods. Con esta iniciativa, a sumarse a las múltiples actividades que de manera descentralizada se llevarán a cabo en el Foro Social Mundial (FSM), se trata de sacar a la luz la verdadera cara de un modelo económico que dilapida recursos naturales, ahonda en la brecha entre pobres y ricos y mundializa la precarización de las condiciones de trabajo.