Plan para tratar de recuperar la población de truchas en Nafarroa
La preocupante disminución de las poblaciones de truchas en los ríos navarros, debido sobre todo a los vertidos contaminantes, ha llevado al Gobierno de Nafarroa a poner en marcha un plan de recuperación de esta especie, que incluye mayor vigilancia y repoblaciones.
Iñaki VIGOR |
El aumento de la vigilancia en los ríos navarros para controlar los vertidos, los caudales de agua y el furtivismo es una de las medidas que pondrá en marcha el Gobierno para intentar recuperar las poblaciones de truchas. La consejera de Medio Ambiente, Begoña Sanzberro, así lo anunció ayer tras mantener una reunión con la Comisión de Pesca de Nafarroa.
El incremento de la vigilancia incluye la colaboración del Departamento de Medio Ambiente con el Seprona de la Guardia Civil, la Policía Foral y el equipo de Guarderío del propio Gobierno. Además, se firmarán acuerdos de colaboración con sociedades de pescadores de Lizarra, Baztan-Bidasoa y zona pirenaica para realizar labores de control y vigilancia. Estas sociedades tendrán una subvención conjunta de 100.000 euros para contratar vigilantes de ríos durante un año.
Respecto a la mejora del hábitat, Sanzberro recordó que el Departamento ha invertido en el periodo 2005-07 un total de 1,9 millones de euros, destinados sobre todo a la permeabilización de ríos y restauración de riberas y entorno fluvial. Para este año está prevista una inversión de 1,2 millones de euros para mejorar las especies de fauna y flora silvestre y sus hábitats.
Entre otras actuaciones, se contempla rebajar escalas y presas, realizar demoliciones de algunas de ellas y construir escalas en diversas zonas de Baztan, Bidasoa y Zaraitzu para facilitar los pasos de las truchas.
Control de cormoranes
Dentro de las medidas de mejora del hábitat se incluye el control de la población de cormoranes, una especie cada vez más habitual y que incluye las truchas en su alimentación. En Nafarroa ya se viene controlando la población de cormoranes desde 2001, pero a partir de ahora se incrementará.
Por otro lado, la consejera anunció que su Departamento estudiará la posibilidad de establecer la prohibición de pesca en los ríos de toda la región salmonícola superior durante el presente año.
Junto a esta medida, destacan las repoblaciones con trucha en el Bidasoa mediante 200.000 huevos embrionados y 60.000 alevines de trucha autóctona.
Otra medida del Departamento de Medio Ambiente será incrementar las especies pescables, tales como la trucha tri- ploide (estéril) y la anguila, «para dar mayor juego a los pescadores». En el caso de la trucha, durante este año se realizará un aporte de 400.000 alevines triploides y 113.000 truchas adultas. También continuará la campaña de repoblación de anguilas con alevines, iniciada en 1984.
En cuanto al salmón, podrán pescarse un máximo de 60 ejemplares entre el 30 de marzo y el 20 de julio.
Las sociedades de pescadores de Lizarra, Baztan-Bidasoa y zona pirenaica recibirán en total una ayuda de 100.000 euros para contratar vigilantes de los ríos durante un año, informó la consejera de Medio Ambiente.
Los vertidos contaminantes a los ríos, sobre todo por parte de empresas, es quizás la principal causa de la disminución de la población truchera en Nafarroa, pero no la única. Durante la rueda de prensa ofrecida ayer, Begoña Sanzberro reconoció que la situación de la trucha es «crítica» y aclaró que «no es responsabilidad de los pescadores, sino del modo de vida que tenemos».
Según los datos aportados por la consejera, en 2006 hubo un descenso de poblaciones de trucha, sobre todo de alevines, y en 2007 se registró una pérdida «muy significativa de efectivos juveniles». Sólo los tramos de cabecera de algunas cuencas mantienen todavía poblaciones medias o fuertes de truchas, mientras que en la mayoría de los cauces principales la situación de las densidades de truchas es «precaria».
El pronunciado descenso poblacional en la densidad de juveniles corre parejo con el declive de la población adulta. Frente a esta «crítica» situación, Sanzberro sostiene que «resulta fundamental la conservación de los pocos reproductores que quedan en el río, por lo que la no extracción pesquera de esta trucha adulta ayudará sin duda a la recuperación de la población».
Sanzberro anuncia que su Departamento estudiará la posibilidad de establecer la prohibición de pesca en los ríos de toda la región salmonícola superior, por un periodo comprendido entre uno y tres años.
